Perseguirás auroras boreales por paisajes nevados cerca de Tromsø con guías expertos que conocen los mejores lugares, incluso si hay que cruzar fronteras de noche. Bebidas calientes y snacks mantienen el ánimo mientras esperas las primeras luces verdes. Fotos gratis capturan tu mejor sonrisa congelada antes de volver al bus calefaccionado, aún emocionado por lo vivido.
Alguien pasaba un cacao caliente mientras nos abrigábamos afuera del gran bus azul, el aliento formando nubes en el aire helado. Nuestro guía, Erik, tenía esa forma de hacerte sentir parte de una misión secreta: revisaba mapas del clima en su móvil y murmuraba sobre “aberturas en las nubes sobre Finlandia”. Apenas salimos de Tromsø y ya nos contaba leyendas antiguas de los Sami y cómo las auroras asustaban a su abuela. No esperaba reír tanto en un tour de auroras.
La carretera se fue quedando silenciosa, la nieve acumulándose a los lados de los faros. Por dentro hacía más calor del que imaginaba (gracias a ese bus calefaccionado, porque mis dedos ya habrían tirado la toalla), y había WiFi para mandar mensajes nerviosos a casa. En un momento, una niña pegó la nariz al cristal y susurró “¡verde!”, pero solo era el reflejo de una chaqueta. La aurora real tardó en aparecer. Cruzamos hacia Finlandia —creo— y Erik nos recordaba que la paciencia es parte de la aventura en cualquier buena cacería de auroras.
Cuando finalmente apareció, todos salimos al campo casi de golpe. El cielo se abrió con cintas verdes pálidas, lentas al principio y luego más brillantes —alguien detrás mío soltó un suspiro. Nuestra otra guía, Li, preparó su cámara y nos llamó para las fotos. Nos hizo quedarnos quietos un buen rato (yo parpadeé seguro), pero prometió enviarlas gratis por correo. Mi cabello olía a humo de leña de un termo cercano; todavía recuerdo el frío mordiendo mis mejillas mientras sonreía sin razón.
Después perdí la noción del tiempo —el regreso en bus fue tranquilo, solo Erik tarareando una canción que no reconocí. Llegamos a Tromsø pasada la 1:30 de la madrugada, cansados pero extrañamente despiertos. Si estás pensando en un tour en gran bus para ver auroras desde Tromsø, solo… no planees nada temprano al día siguiente.
El tour suele durar entre 7 y 9 horas, regresando hasta las 2:30 AM.
Sí, los guías toman retratos gratis bajo las auroras y te las envían después.
Sí, el gran bus calefaccionado cuenta con baño para mayor comodidad en el trayecto.
Durante la noche de caza de auroras se ofrecen snacks y bebidas calientes.
Sí, el transporte y todas las áreas son accesibles para personas en silla de ruedas.
Bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito; hay asientos para bebés disponibles.
El tour suele adentrarse en zonas salvajes y puede cruzar a Finlandia o Suecia si hace falta para cielos despejados.
Tu noche incluye recogida en Tromsø en un gran bus calefaccionado con WiFi y baño, guías expertos en auroras que tomarán fotos gratis bajo las luces, además de snacks y bebidas calientes durante el recorrido antes del regreso nocturno.
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