Entra al Museo Fram de Oslo y sube a bordo de los legendarios barcos polares Fram y Gjøa. Explora sus camarotes y salas de máquinas a tu ritmo, disfruta del divertido cine 4D N25 y escucha relatos de guías locales que conocen cada rincón. No es solo historia — la sentirás en tus manos.
No tenía planeado hablar con nadie, pero un hombre mayor noruego con un suéter azul marino me sorprendió mientras miraba el casco del Fram. Sonrió, dijo algo sobre “la madera más fuerte del mundo” (creo que se refería al roble) y me invitó a subir por la pasarela. El aire dentro era más fresco, un poco cortante — tal vez solo eran mis nervios — y se percibía un leve olor a barniz viejo y cuerda. Pasaba la mano por los pasamanos, esperando que crujieran bajo mi peso, pero se mantenían firmes.
Nuestra guía, Liv, nos mostró dónde dormía Nansen — una litera diminuta que pasarías por alto si parpadeas. Nos contó cómo comían bacalao seco durante semanas. Alguien del grupo bromeó con el “sushi noruego”; Liv se rió y dijo que ni ella lo probaría ahora. Me quedé más tiempo del esperado en la sala de máquinas. Hay algo reconfortante en ese hierro y madera juntos. Por un pasillo escuché a un padre explicándole a su hijo cómo el Gjøa atravesó el Paso del Noroeste; el niño no paraba de preguntar si había osos polares a bordo (no había). El museo conecta ambos barcos con un túnel — casi se siente como un secreto al caminar entre ellos.
El cine 4D N25 Polar flight fue más divertido de lo que esperaba. Los asientos vibraban cuando el avión “despegaba” y un aire frío nos soplaba en la cara — ¿cursi? Quizá un poco, pero todos salimos sonriendo. Aún recuerdo lo silencioso que se ponía en las cabinas del barco, como si el tiempo se detuviera un instante. Aquí puedes tomarte tu tiempo; nadie te apura ni te sigue de cerca. Salí con los dedos fríos por tocar tanto metal, pero con la cabeza llena de historias cálidas.
Sí, ambos edificios cuentan con ascensores y un salvaescaleras para llegar al edificio Gjøa; sin embargo, las cubiertas inferiores no son accesibles para sillas de ruedas o cochecitos.
Tu entrada cubre el acceso a las dos exposiciones principales (Fram y Gjøa), además del cine 4D N25 Polar flight.
El museo es fácil de alcanzar en transporte público; hay varias opciones cerca.
Sí, se permite la entrada con bebés y niños pequeños en cochecitos; también hay asientos especiales para bebés.
Solo se permiten animales de servicio con tarjeta de identificación.
Sí, se proyecta regularmente una película de cinco minutos en un cine con 116 asientos.
Esta entrada es solo para el Museo Fram; las entradas combinadas con Kon-Tiki o el Museo Marítimo se compran en el lugar.
Tu día incluye la entrada al Museo Fram de Oslo con acceso completo a los legendarios barcos polares Fram y Gjøa, la experiencia del cine 4D N25 Polar flight, además de todas las exposiciones y películas — solo muestra tu entrada al llegar y explora la historia ártica a tu ritmo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?