Te levantarás antes del amanecer para tomar té en Poon Hill, verás cómo Annapurna se ilumina en silencio, caminarás entre bosques de rododendros y pueblos Gurung, y compartirás risas con tu guía local mujer. Incluye todas las comidas, permisos y transporte privado—solo trae tu curiosidad (y quizás un par extra de calcetines).
Lo primero que recuerdo es el aire frío mordiendo mi nariz justo antes del amanecer, con los dedos entumecidos aferrados a una taza de té dulce en Ghorepani. Nuestra guía, Sita, me la pasó mientras se reía de mis intentos por pronunciar bien “Namaste” — parece que mi acento es imposible. El cielo estaba de un azul oscuro profundo, y apenas se distinguían las siluetas de Annapurna y Dhaulagiri. Es curioso lo silencioso que se siente todo allá arriba, salvo por el suave roce de las botas y alguna tos lejana.
La subida a Poon Hill no es larga, pero acelera el corazón — sobre todo si aún estás despertando. Salimos temprano para alcanzar el amanecer (es la razón por la que la mayoría hace esta excursión desde Pokhara o como una aventura rápida en itinerarios estilo Cusco). Cuando el sol finalmente apareció tras las cumbres, todos guardamos silencio por un momento. La nieve se iluminó de rosa y dorado, y Sita señalaba cada pico por su nombre: “Ahí está Nilgiri… Manaslu allá…” No esperaba sentirme tan pequeño y feliz a la vez. En la cima vendían chai los locales — todavía recuerdo ese aroma picante en el aire frío.
Bajando pasamos por pueblos Gurung, con niños saludando desde los porches de piedra y gallinas corriendo entre nuestras botas. Rododendros por todas partes — rojos y magentas sobre tanto verde. Almorzamos un sencillo dal bhat en una casa de té familiar; nada lujoso, pero después de la caminata supo a banquete. Sita nos contó historias de su infancia cerca, cómo aprendió estos senderos siendo niña. Camina más rápido que nadie que conozco, pero siempre espera si te detienes a sacar fotos o simplemente necesitas respirar.
Por la tarde mis piernas estaban como gelatina, pero no me importaba — se siente bien estar cansado por algo real. El viaje de regreso fue tranquilo; miraba las nubes atraparse en las colinas y trataba de no dormirme. Tres días parecen poco para un trekking en Nepal, pero de alguna forma se siente como mucho más.
El trekking requiere buena condición física; las caminatas diarias son manejables pero con algunas pendientes empinadas.
Sí, una guía experta y local acompaña todo el recorrido.
Desayuno, almuerzo y cena están incluidos cada día de caminata.
Se pueden ver Dhaulagiri Himal, pico Tukuche, Mardi Himal, Manaslu Himal, Annapurna I-III, Nilgiri y Khopra danda.
Se incluye transporte privado para los traslados durante el tour.
Tu reserva incluye los permisos TIMS y ACAP.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de partida.
No se recomienda para embarazadas por la altitud y exigencia física.
Se proporcionan microcrampones de diciembre a febrero si es necesario.
Tu viaje de tres días incluye todos los permisos necesarios (TIMS y ACAP), transporte privado entre paradas, una guía local experta durante todo el trekking y un porteador por cada dos personas. También están incluidas todas las comidas—desayunos, almuerzos y cenas—además del uso de bastones de trekking y una bolsa de equipo; en invierno se entregan microcrampones.
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