Aprovecha esta oportunidad para explorar las raíces budistas de Nepal—recorre plazas antiguas en Katmandú, camina donde nació Buda en Lumbini y vive los rituales diarios en templos sagrados. Con guías locales que cuentan historias reales y tiempo para la reflexión, este viaje es mucho más que turismo: es una experiencia espiritual auténtica.
Nuestro guía nos llamó justo cuando las campanas de un templo cercano resonaban por las bulliciosas calles de Thamel. Con las mochilas aún en mano, caminamos entre pequeñas teterías y rincones adornados con banderas de oración, sintiendo esa mezcla única de bullicio urbano y calma ancestral que solo se vive en Katmandú. Aquella primera noche, el aire estaba impregnado de incienso y el lejano canto de mantras—una experiencia que no había sentido en ningún otro lugar.
Al día siguiente arrancamos temprano. La plaza Durbar de Patan ya estaba llena de vida: palomas volando, locales charlando en las escalinatas del palacio, y el sol reflejándose en los techos dorados de las pagodas. Nuestro guía nos mostró el baño real Tushahity—sus tallas de piedra eran frías al tacto y más antiguas que muchos países que he visitado. En Swayambhunath, los monos se movían entre los santuarios mientras girábamos las ruedas de oración junto a peregrinos llegados de todo Nepal.
El viaje a Lumbini tomó casi todo el día—por carretera serpenteante o con un vuelo rápido si quieres ahorrar tiempo. Al llegar, el ambiente cambió por completo; todo se volvió más pausado. Caminando descalzos cerca del templo de Mayadevi al atardecer, noté el silencio roto solo por pasos suaves sobre la grava y las voces bajas de los monjes en los monasterios cercanos. Nuestro guía compartió historias sobre el nacimiento de Buda bajo esos mismos árboles, haciendo que la historia se sintiera cercana y viva.
De regreso en Katmandú para nuestra última noche, nos sentamos a tomar un chai dulce en una pequeña cafetería mientras veíamos la vida pasar afuera—la manera perfecta de dejar que todos esos momentos calaran antes de regresar a casa.
Sí, cualquiera interesado en cultura o historia puede unirse—no necesitas conocimientos previos de budismo. Los guías explican todo de forma clara durante el recorrido.
Puedes elegir entre un coche privado (unas 8 horas) o un vuelo corto (alrededor de 1 hora), según tu preferencia y horario.
El paquete incluye desayuno diario; las demás comidas no están incluidas para que puedas probar la comida local a tu ritmo.
Sí, el transporte y la mayoría de los sitios son accesibles. Indícanos cualquier necesidad especial al reservar para organizarlo todo.
Tu viaje incluye alojamientos cómodos con desayuno cada mañana, todos los traslados entre sitios (con opción de coche privado o vuelo), además de guías locales expertos que dan vida a cada lugar con sus historias y conocimientos. Las entradas, impuestos y tasas están cubiertos para que solo te preocupes de disfrutar cada instante sin complicaciones.
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