Recorrerás el antiguo Kathmandu con un guía local que conoce cada atajo y leyenda. Observa rituales en Pashupatinath, gira las ruedas de oración en Boudhanath y descubre tallados centenarios en la plaza Durbar de Patan. Risas, aromas nuevos y hasta lluvia en los zapatos: esta ciudad nunca deja de sorprender.
“¿Es una cremación de verdad?” solté sin pensarlo. Nuestro guía Suman solo asintió, tranquilo pero sin incomodarse — seguro que ya lo ha visto cientos de veces en Pashupatinath. El humo flotaba sobre el río, el incienso mezclándose con un aroma más intenso. Todo estaba en silencio, salvo por las campanas y el murmullo bajo de la gente rezando cerca. Había leído sobre este lugar antes del tour por Kathmandu, pero vivirlo fue otra cosa — más crudo, más real. Nos quedamos atrás, sin querer molestar, mientras Suman nos explicaba cómo aquí la vida y la muerte conviven lado a lado. Intenté decir ‘namaste’ a uno de los sacerdotes; él sonrió y me corrigió la posición de las manos — los pulgares hacia adentro, no afuera. Me sigue sacando una sonrisa recordarlo.
La estupa de Boudhanath me impactó de otra manera — banderas de oración de mil colores por todas partes, las ruedas de oración girando bajo las manos de la gente. Se sentía el olor a lámparas de mantequilla (dulce y ahumado), y los monjes cantaban desde lo alto. Suman nos enseñó a caminar en sentido horario alrededor de la estupa — parece que ir al revés trae mala suerte. Mi amiga intentó decir algo en nepalí que había aprendido en YouTube; una anciana se rió tanto que tuvo que agarrarse del brazo de su amiga para no caerse. Era ese tipo de lugar: serio, pero lleno de momentos en que los desconocidos simplemente conectan.
La plaza Durbar de Patan estaba más tranquila de lo que esperaba (salvo por las palomas). Los patios del antiguo palacio son hermosos pero gastados — ladrillos rojos pulidos por siglos de pasos. Suman nos señaló pequeños detalles que habríamos pasado por alto: monos enredados en las enredaderas, dioses asomándose por ventanas de madera. Empezó a llover justo cuando nos íbamos (clásico monzón), así que entramos a una tetería donde el dueño nos insistió en probar su masala chai “de verdad.” Caliente, picante, quizá con demasiado jengibre — pero perfecto después de tanto caminar.
Visita el templo Pashupatinath, la estupa Boudhanath, la plaza Durbar de Patan y la estupa Swayambhu.
Sí, la recogida y el regreso privado al hotel están incluidos en la reserva.
El tour puede ser de medio día o día completo por el valle de Kathmandu.
Sí, contarás con un guía local experto durante toda la jornada.
Incluye transporte privado entre todos los sitios patrimoniales mencionados.
Sí, el tour está adaptado para sillas de ruedas.
Se pueden proporcionar asientos especiales para bebés bajo petición.
Tu día incluye transporte privado entre los sitios patrimoniales del valle de Kathmandu, con recogida y regreso al hotel. Un guía local experto te llevará por la historia de cada lugar — templos como Pashupatinath y la estupa Boudhanath, además de los patios reales de la plaza Durbar de Patan — para que no te pierdas ningún detalle.
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