Sumérgete en la vida nepalí mientras compras ingredientes en un mercado local lleno de vida, aprendes a preparar momo, dal bhat y sopa de fideos thukpa con una chef casera apasionada, y compartes una comida a minutos de Patan Durbar Square. Conecta con los sabores y la gente de Katmandú de forma auténtica.
“Prueba este,” sonrió nuestra guía Esther, ofreciéndome un pequeño chile verde en el puesto de verduras. El mercado ya estaba lleno de vida, aunque apenas eran las 9 de la mañana: los vendedores gritando precios, el sonido de las balanzas y ese aroma fresco y terroso del cilantro por todas partes. Nunca había visto tantos tipos de lentejas juntos. Charlamos con una mujer que vendía tomates; se rió cuando intenté pronunciar “alu tama” como los locales.
De vuelta en la cocina de Esther, la luz del sol entraba por la ventana y caía sobre su mesa de madera gastada. Nos enseñó a doblar los momo—mis primeros intentos parecían más paquetes aplastados que otra cosa, pero ella sonrió y dijo que todos empiezan así. El vapor del caldo de thukpa empañaba mis gafas mientras mezclábamos jengibre y ajo. Había algo muy reconfortante en amasar la masa juntos y compartir historias mientras cocinábamos.
La comida se sintió casi como una reunión familiar. Sentados en cojines en el suelo, tomábamos dal bhat con las manos (Esther insistía en que sabe mejor así). Afuera, se escuchaban las campanas lejanas del templo en Patan Durbar Square mezcladas con los sonidos de los vendedores ambulantes. No se trataba solo de aprender recetas, sino de sentirse como en casa en la cocina de alguien por unas horas.
La experiencia completa suele durar entre 3 y 4 horas, incluyendo el tiempo en el mercado y la cocina juntos.
¡Claro! No necesitas experiencia previa; Esther te guía paso a paso y ayuda a que todos participen.
Por supuesto, solo avisa a Esther tus preferencias antes y ella adaptará el menú para ti.
Está a solo 5 minutos caminando de Patan Durbar Square, y si necesitas, hay transporte público cerca.
Tu experiencia incluye todos los ingredientes para preparar los platos juntos, agua embotellada durante toda la visita y la guía de Esther en cada paso—desde la compra en el mercado hasta compartir tu comida casera. Y cuando termines, estarás a minutos de explorar el histórico Patan por tu cuenta.
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