Te acercarás a la vida cotidiana en las aldeas Kayan de Loikaw: conoce a los locales, observa de cerca las artesanías tradicionales, prueba comida casera y escucha historias que no encontrarás en internet.
Es difícil olvidar la primera vez que ves los anillos dorados de las mujeres Kayan brillando con la suave luz de la mañana. Caminamos por el pueblo justo cuando los fuegos del desayuno se apagaban—el humo ascendía entre las casas de bambú. Nuestro guía, Ko Than, nos llamó para conocer a Daw Mya, que tejía pulseras frente a su casa. Nos dejó probar algunos brazaletes (son más pesados de lo que parecen) y nos contó con orgullo silencioso la historia de su familia.
El aire olía ligeramente a humo de leña y a algo dulce—quizás arroz pegajoso cocinándose al vapor cerca. Los niños corrían con juguetes de madera tallada, riendo cuando intentábamos decir algunas palabras en lengua Kayah. Compré una flauta de bambú tallada a mano en un puesto cerca del camino principal; el vendedor me enseñó a tocar una melodía sencilla. Al mediodía, nos sentamos a almorzar—arroz, curry de pollo picante y verduras encurtidas servidos en mesas bajas bajo un techo de paja. Se sentía como comer en casa de alguien, no en un restaurante.
Más tarde, nos dirigimos en coche a la aldea Hta Nee La Leh. El camino era accidentado—¡cuidado con la cabeza si eres alto! Allí, músicos tocaban guitarras de bambú mientras los ancianos explicaban cómo fabrican sus anillos de pierna lacados. El sol comenzó a ocultarse tras las colinas mientras caminábamos de regreso a la furgoneta, pasando por jardines llenos de plantas de chile y escuchando risas lejanas de otra casa. Si tienes curiosidad por la vida real de los Kayah—no solo lo que dicen las guías—lo encontrarás aquí.
Sí, hay muchos artículos hechos a mano como pulseras y tallados en madera a la venta directamente en la aldea.
Por supuesto—es tranquila y acogedora para todas las edades. A los niños les encanta conocer a los niños locales y ver las artesanías hechas a mano.
Sí, tu guía habla inglés y puede ayudarte a traducir conversaciones con los aldeanos o explicar las tradiciones durante el recorrido.
Se pueden preparar platos vegetarianos—solo avísanos con anticipación para informar a tus anfitriones.
Tu día incluye un almuerzo tradicional Kayan y transporte con aire acondicionado entre aldeas. Los guías son locales amables que conocen a todos por su nombre. Hay paradas de transporte público cerca si las necesitas. Los bebés viajan en brazos; apto para todos los niveles de condición física.
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