Explora el Valle de Guadalupe en Baja con un chofer local que adapta cada parada a tus gustos — desde bodegas famosas hasta joyas escondidas. Disfruta tortillas frescas en el almuerzo, prueba vinos únicos con brisa marina y relájate sabiendo que la recogida y el agua fría están incluidos. Un día tranquilo que recordarás mucho tiempo.
Tenía ganas de conocer el Valle de Guadalupe desde hace tiempo — todos hablan del vino, pero nunca entendí bien qué lo hace tan especial comparado con otros lugares. La mañana que salimos sentí esa mezcla de emoción y “¿y si esto es solo otro plan turístico más?” Nuestro chofer, Luis, nos recibió en el hotel con una actitud relajada, nada insistente, y con interés genuino en saber si ya habíamos estado antes (no habíamos). Nos preguntó si preferíamos visitar bodegas conocidas o probar algunas más pequeñas que él recomendaba. Me gustó que se preocupara por preguntar en vez de seguir un guion.
El camino ya valió la pena — caminos polvorientos entre olivos, el aire con un aroma a salvia y algo dulce que no supe identificar. En un momento, Luis señaló un viñedo familiar donde el perro del dueño saluda a cada visitante (no exageraba — el perro hasta hizo un pequeño baile cuando llegamos). Probamos un vino blanco con un toque casi salado por la brisa del mar; no recuerdo haber probado algo igual. Almorzamos en un lugar que nos recomendó Luis — nada sofisticado, pero las tortillas estaban calientes y alguien, seguro la abuela, hacía salsa en la cocina. Se sentía auténtico.
No tuvimos prisa en ningún momento. Luis esperaba cerca mientras disfrutábamos las catas o paseábamos entre las vides para tomar fotos (creo que tomé demasiadas). Siempre había agua fría en el coche cuando volvíamos a subir — un detalle pequeño, pero después de estar al sol se agradece mucho. De regreso al hotel, cansados y un poco quemados, me di cuenta de cuánto había marcado el día esos pequeños detalles: qué bodegas visitar, cuánto tiempo quedarnos, incluso la música en el camino entre paradas (Luis nos dejó elegir — mi playlist era cuestionable, pero no juzgó). Es curioso cómo esos detalles se quedan contigo.
Sí, el servicio privado incluye recogida en tu alojamiento.
El tour es para 1 a 4 personas por reserva.
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante la excursión.
Sí, el servicio es accesible para personas en silla de ruedas.
Tu chofer permanece cerca durante toda la visita para mayor seguridad y comodidad.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour privado.
Se proporciona agua embotellada fría durante toda la experiencia.
Tu día incluye recogida en tu alojamiento en Baja California con un chofer local que te acompaña todo el tiempo; transporte entre viñedos y restaurantes; además de agua fría embotellada disponible en cada parada, y regreso seguro a tu alojamiento al final del día.
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