Recorre en barco las lagunas salvajes de Río Lagartos y sube los antiguos escalones de Ek Balam con un guía local que revive la historia maya. Ríe durante la comida, corrige alguna palabra y déjate llevar por la naturaleza. Esta excursión desde Valladolid está llena de momentos auténticos que recordarás mucho después de volver a casa.
¿Has sentido alguna vez que al abrir los ojos todo se ve diferente? Así empezó nuestro día en Valladolid. Nos subimos a la van temprano (yo aún medio dormido), pero el camino a Río Lagartos fue tranquilo, con la luz del amanecer iluminando la plana península de Yucatán. Nuestra guía, Ana, repartió botellas de agua fría y señaló unos árboles curiosos—manglares, creo que dijo. Nunca había visto tantos pájaros juntos; flamencos rosados por todos lados, haciendo unos sonidos bajos que no pegaban nada con su aspecto. El aire olía a sal y tierra mojada. Hubo un momento en que el barco se detuvo cerca de un cocodrilo—Ana sonrió y dijo “seguro que él tiene más miedo de nosotros.” No sé si me lo creí del todo.
Después del paseo en barco (que se sintió a la vez más largo y más corto que dos horas), nos secamos al sol un rato—la humedad me había pegado la camiseta a la espalda. La comida estaba incluida; sencilla pero perfecta después de tanto viento y agua. Luego nos fuimos a Ek Balam. Las ruinas están a unos 30 minutos, pero parece otro mundo. Ana alternaba entre español e inglés sin perder el ritmo; intenté decir “mausoleo” en español y me equivoqué—ella se rió, y eso me quitó la vergüenza. Subir esos escalones de piedra fue más duro de lo que esperaba (mejor no llevar sandalias), pero ver esa fachada maya tan antigua de cerca… hay algo especial en tocar piedra con siglos de historia.
Si no te van mucho las ruinas, cerca hay un cenote—vi gente yendo hacia allá con toallas al hombro, listos para nadar. Pero para mí, estar arriba de Ek Balam con el viento en la cara y la selva hasta donde alcanza la vista, eso se queda grabado. No fue perfecto; un mosquito me picó justo en el tobillo y Ana bromeó con que era un “recuerdo de Yucatán.” Pero a veces son esas pequeñas cosas las que más recuerdas.
El paseo guiado en barco dura aproximadamente 2 horas.
Sí, los flamencos están presentes durante todo el año en Río Lagartos.
Sí, el almuerzo está incluido en el tour.
Ek Balam queda a unos 30 minutos en vehículo desde Valladolid.
Sí, puedes elegir visitar el Cenote Xcanché si prefieres.
La entrada a Río Lagartos está incluida; las entradas a Ek Balam o al cenote son adicionales.
El tour incluye transporte con aire acondicionado desde Valladolid.
Sí, los guías hablan inglés y español con fluidez.
Tu día incluye transporte con aire acondicionado desde Valladolid, agua embotellada durante el trayecto, todas las entradas para Río Lagartos con paseo en barco y guía bilingüe a bordo, además del almuerzo antes de visitar Ek Balam, donde un guía certificado te mostrará sus secretos ancestrales. Las entradas para Ek Balam o el cenote son aparte si eliges esas opciones.
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