Explora las antiguas ruinas de Tulum con un guía local, nada en las aguas cristalinas del cenote Mariposa, disfruta un buffet rodeado de sonidos de la selva y luego nada junto a tortugas en la bahía de Akumal. Cada parada tiene su propio ritmo—a veces animado, otras tranquilo—pero siempre auténtico y memorable.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente estar en esos acantilados de Tulum, mirando al mar donde los mayas vigilaban las olas? Llegamos temprano—nuestro guía, Jorge, bromeaba sobre llegar antes que las multitudes (y el sol). La piedra estaba tibia bajo mis manos y se olía la sal en el aire. Hubo un silencio cuando vimos el agua turquesa abajo—nadie dijo nada por un momento. Traté de imaginar cómo sería vivir aquí, pero lo único que me venía a la cabeza era lo brillante que se veía todo contra ese cielo.
Después de recorrer las ruinas (Jorge nos señaló unas tallas que yo ni habría notado), volvimos al van rumbo al cenote Mariposa. Es semiabierto al cielo y, la verdad, el agua estaba más fría de lo que esperaba—mis pies se quedaron con cosquilleo un buen rato tras lanzarme. El agua es tan clara que se ven todas las ondas. Unos niños locales reían cerca; uno me salpicó sin querer y sólo sonrió. Nos secamos al sol antes de ir a almorzar—el buffet en Canamayte tenía unas cosas a la parrilla que aún no sé cómo se llaman (Jorge intentó explicarnos, pero seguro lo dije mal).
La última parada fue la bahía de Akumal. Bajo el agua hay un silencio suave—solo tu respiración y de repente, tortugas deslizándose a tu lado. No les molesta nada nuestra presencia. Una se acercó tanto que casi me olvido de exhalar. Nuestro guía nos vigilaba desde arriba; saludó con la mano cuando alguien se alejaba demasiado, pero nos dejó disfrutar a nuestro ritmo. La luz bajo el agua tiene un tono verdeazulado difícil de describir si no lo has visto.
No esperaba sentir tanta calma flotando ahí, viendo peces moverse entre el coral mientras una tortuga mordisqueaba pasto marino justo debajo. A veces recuerdo esa paz cuando todo allá en casa es ruido.
La excursión es de día completo, incluyendo visitas a las ruinas de Tulum, el cenote Mariposa, almuerzo en Canamayte y nado con tortugas en Akumal.
Sí, nadar con tortugas en su hábitat natural en la bahía de Akumal forma parte de la experiencia.
Sí, se proporcionan lockers para que guardes tus pertenencias de forma segura mientras nadas en Akumal.
Sí, después de visitar el cenote Mariposa, se incluye un almuerzo buffet en Canamayte.
No es necesario; el equipo necesario como chalecos se incluye en el paquete del tour.
El tour es apto para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares.
Tu día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado desde tu hotel o punto de encuentro, entradas a las ruinas de Tulum y al cenote Mariposa, uso de chalecos y lockers durante el nado con tortugas en Akumal, además de un almuerzo buffet en Canamayte antes del regreso.
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