Si buscas algo más que una simple degustación, este tour privado de tequila te permite sumergirte en las destilerías artesanales de Jalisco, conocer familias locales, caminar entre campos reales de agave y disfrutar sabores auténticos en el mágico pueblo de Tequila—todo a tu propio ritmo.
El aire de la mañana en Guadalajara se sentía fresco cuando subimos a nuestra camioneta—nuestro guía, José, nos recibió con una sonrisa y una botella de agua fría. El camino hacia el Valle de Tequila fue tranquilo, pasando por vendedores ambulantes que ofrecían rodajas de mango frescas espolvoreadas con chile en polvo. Primera parada: la destilería familiar Partida. Se puede oler el agave cocido antes de siquiera entrar. José nos explicó cada paso—tostar, fermentar, destilar—y nos entregó las copas para nuestra primera degustación. Nunca imaginé lo diferente que podían saber un blanco y un reposado hasta ese momento.
Después, llegamos a un mirador con vista a interminables campos de agave azul verdoso. El silencio solo se rompía por el viento moviendo las hojas puntiagudas y alguien cerca preparando cantaritos (esos cócteles en vasos de barro). Tomamos fotos y probamos una ronda de cócteles de tequila—honestamente, aquí bajo el sol saben totalmente diferente.
La siguiente fue la destilería artesanal de la familia González Lara. Su sala de degustación es acogedora y está llena de botellas—cada una con su propia historia. Probamos toda su gama; mi favorita fue un extra añejo con notas de caramelo y pimienta. Los dueños están encantados de platicar sobre su proceso si tienes curiosidad.
El almuerzo fue libre—nos adentramos en el mercado gastronómico de Tequila donde el aroma de carne asada llena el aire, aunque también puedes pedir recomendaciones para restaurantes si prefieres algo más tranquilo. El pueblo se siente animado pero sin prisa; la gente se reúne en la plaza principal o pasea por pequeñas tiendas que venden artesanías pintadas a mano y botellas con forma de guitarra.
Si está abierto, no te pierdas el Museo del Tequila. Hay una enorme pared llena de cientos de botellas—algunas con etiquetas que nunca había visto—y herramientas antiguas usadas por los jimadores hace décadas. A veces puedes entrar al Palacio Municipal para ver el mural de Mar Torrey; es colorido y cuenta toda la historia del tequila en solo unas pinceladas.
Antes de regresar a Guadalajara, hicimos una última parada en la Sala de Degustación Ixtete para un cóctel final (vale la pena probar la margarita de tamarindo) y unos bocadillos. Para entonces, todos compartíamos historias sobre nuestros sorbos favoritos del día.
¡Por supuesto! El guía explica todo con claridad y aprenderás a tu ritmo—aunque sea tu primera vez probando tequila.
Sí—tendrás tiempo libre en Tequila para escoger entre mercados locales o restaurantes recomendados según tus gustos.
El mercado de comida y la mayoría de los restaurantes ofrecen opciones vegetarianas; avisa a tu guía sobre cualquier necesidad dietética con anticipación.
Probarás hasta 10 tequilas premium diferentes en dos degustaciones en destilerías familiares.
Sí—incluye transporte privado con recogida y regreso a tu hotel en Guadalajara para tu grupo.
Tu día incluye transporte privado desde tu hotel en Guadalajara, visitas guiadas a dos destilerías artesanales familiares con hasta 10 degustaciones de tequila premium, acceso a campos de agave y puntos clave en el pueblo de Tequila, agua purificada durante todo el recorrido, además de tiempo para almorzar donde prefieras. Accesible para sillas de ruedas; solo avísanos si tienes alguna necesidad especial.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?