Saldrás de CDMX antes del amanecer y llegarás a Teotihuacán cuando aún está tranquilo — caminando por avenidas antiguas con un guía local que conoce cada historia grabada en piedra. Tendrás tiempo para fotos con la luz suave de la mañana, descubrirás detalles sorprendentes sobre los constructores de las pirámides y regresarás antes de que lleguen las multitudes. Te quedará la sensación de mundos antiguos justo a las afueras de la ciudad.
Saldimos de la Ciudad de México justo cuando el cielo empezaba a teñirse de ese azul tenue — la verdad, yo aún estaba medio dormido en la van, pero nuestro conductor soltó un chiste sobre los tacos de desayuno y de repente todos despertamos. El viaje a Teotihuacán dura más de lo que uno piensa (quizá una hora), pero hay algo en ver cómo la ciudad se va quedando atrás y aparecen los campos abiertos que te hace sentir que te escapas de la rutina. Nuestra guía, Alejandra, repartió los boletos y señaló pequeños altares a la orilla del camino. Contó que su abuela solía dejar cempasúchiles ahí para atraer suerte, cosa que me pareció bonita.
El aire en Teotihuacán por la mañana es fresco — no frío, pero sí te despeja. Si respiras profundo, se mezclan el polvo y el aroma de flores silvestres. Empezamos a caminar por la Calzada de los Muertos, que suena dramático, pero en realidad era un paseo tranquilo con casi nadie alrededor. Alejandra nos detuvo junto a una piedra calentada por el sol y con el dedo recorrió grabados que yo ni habría notado. Nos contó cómo construyeron esas tres pirámides sin herramientas de hierro ni ruedas — todavía no entiendo cómo lo lograron. En un momento nos preguntó si queríamos intentar pronunciar “Teotihuacán” bien; lo intenté y ella sonrió diciendo “¡Casi perfecto!”
Me quedaba un poco atrás para tomar fotos porque la luz sobre la Pirámide del Sol era increíble — como dorada pero con polvo en el aire, difícil de explicar si no estás ahí, entrecerrando los ojos para verla. Un par de vendedores locales se acomodaban en silencio, nada insistentes, solo saludaban con un gesto amable al pasar. Ya entrada la mañana llegaron más grupos y me alegré de haber venido temprano; sentí que tuvimos un vistazo privado antes de que todo se llenara de ruido. Hay tanto espacio allá afuera que hasta se escucha el eco de una risa.
Normalmente toma alrededor de una hora en shuttle desde el centro de CDMX hasta Teotihuacán.
Sí, el transporte ida y vuelta desde CDMX está incluido en la reserva.
Sí, un guía presencial te acompañará durante todo el recorrido por la zona arqueológica.
El tour incluye la Calzada de los Muertos y las tres pirámides principales de Teotihuacán.
Sí, el acceso a la zona arqueológica está incluido.
No, no se recomienda para adultos mayores o personas con dificultades para caminar.
Hay opciones de transporte público cerca si lo necesitas.
Tu día incluye transporte ida y vuelta en shuttle con aire acondicionado desde Ciudad de México, entradas a la zona arqueológica de Teotihuacán y guía durante todo el recorrido — solo tienes que llegar listo para escuchar historias y disfrutar del sol sin preocuparte por nada más.
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