Descubre Teotihuacan como nunca antes: sobrevuela las pirámides al amanecer, disfruta un desayuno tradicional y explora las ruinas a tu ritmo. Este tour se encarga de todo para que solo te relajes y disfrutes.
Aún está oscuro cuando subimos al van frente a nuestro hotel en Ciudad de México. La ciudad apenas despierta: vendedores ambulantes armando sus puestos, algunos taxis pasando rápido. Al llegar a Teotihuacan, el sol apenas asoma tras las colinas. Se siente un frío ligero y alguien me ofrece una taza de café caliente. Huele fuerte y dulce, y sobre la mesa hay galletas y fruta fresca. Escucho voces suaves, una mezcla de español e inglés, mientras esperamos que llamen nuestro nombre.
Ver cómo inflan el globo tiene algo tranquilizador: los quemadores suenan y se siente un poco de calor en la cara. Nuestro guía, Jorge, nos cuenta cómo el viento decide hacia dónde nos llevará. Nos explica que las mañanas son ideales para volar aquí porque el aire está quieto y claro. Cuando finalmente subimos a la canasta, mis manos están frías pero el corazón me late fuerte. El suelo se aleja en silencio y de repente flotamos sobre el Valle de Teotihuacan. La Pirámide del Sol se ve enorme desde aquí, pero lo que más me impresiona es cómo la luz temprana ilumina las piedras. Se ven puntitos: personas ya subiendo, diminutas desde esta altura.
El vuelo dura unos 45 minutos, depende del viento, dice Jorge. Arriba todo es calma, solo se oye el suave sonido de los quemadores y algunos pájaros abajo. Al aterrizar, un pequeño grupo nos espera y alguien descorcha una botella de espumoso para brindar rápido. Reparten certificados de vuelo—el mío ya tiene una mancha de café, pero me gusta así. El desayuno es en un restaurante cercano, tipo buffet, con chilaquiles, huevos y pan dulce. Pruebo un poco de todo, pero son los frijoles picantes los que me despiertan del todo.
Después de desayunar, tenemos tiempo para recorrer la zona arqueológica. La entrada está incluida, así que nada de hacer fila. Camino por la Calzada de los Muertos, el suelo cruje bajo mis zapatos, y veo a un grupo de niños de escuela riendo cerca de la Pirámide de la Luna. Hay tiempo para subir o simplemente sentarse a disfrutar el momento antes de regresar a la ciudad. Si estás cansado, puedes saltarte las ruinas y volver directo—tú decides.
La recogida suele ser alrededor de las 5:00 am, según tu ubicación y el horario del vuelo que elijas.
Sí, después del vuelo hay un desayuno buffet mexicano completo en un restaurante local.
¡Claro! La entrada a Teotihuacan está incluida y tendrás unas dos horas para explorar antes de regresar.
No hay problema, puedes saltarte la visita a las ruinas y regresar directo a tu hotel o Airbnb después de comer.
Sí, el peso máximo es 99 kg por persona (con cargo extra si se supera) y los niños menores de 4 años no pueden volar por seguridad.
Tu experiencia incluye transporte ida y vuelta desde tu hotel o Airbnb en Ciudad de México, café y snacks al llegar, vuelo en globo sobre Teotihuacan, desayuno buffet mexicano, entrada a la zona arqueológica y un certificado de vuelo como recuerdo.
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