Recorrerás las calles empedradas de Taxco con un guía local, probarás tortillas frescas en el desayuno en Chilpancingo y te maravillarás con la detallada piedra rosa de Santa Prisca. Con comida incluida y transporte desde tu hotel, solo te queda disfrutar del ambiente de este pueblo de plata — y quizá aprender un poco de español en el camino.
Lo primero que me llamó la atención en Taxco fue cómo la luz del sol rebotaba en esas paredes blancas — casi demasiado brillante después del tranquilo viaje desde Acapulco. Nuestro guía, Javier, ya nos había conquistado en Chilpancingo con sus historias sobre la política mexicana (y un café bien cargado en el desayuno). El trayecto en la van se sintió largo, pero para nada pesado; me quedaba viendo las colinas pasar y pensando en lo distinto que se veía todo comparado con la costa. Hubo un momento en que paramos a desayunar — tortillas aún calientes y un aroma dulce que no lograba identificar. ¿Canela, tal vez?
Al caminar por las calles angostas de Taxco, se escucha el tintinear del metal por todos lados — plateros trabajando, puertas que se abren chirriando, alguien riendo desde un balcón arriba. Javier señaló una tiendita donde su tío solía trabajar; saludó a un señor que pulía anillos y este le respondió con una sonrisa sin perder el ritmo. Intenté decir “plata” como él y me salió mal — se rió y me corrigió, y por un momento me sentí menos turista. La iglesia de Santa Prisca es simplemente… tienes que verla. Piedra rosa contra el cielo azul, con tantos detalles que te mareas si te quedas mirando mucho tiempo.
La comida estaba incluida (menos mal), y terminamos sentados en una gran mesa con otros viajeros y dos locales que se unieron a última hora. La salsa de mole era más rica que cualquier otra que haya probado — de verdad, a veces todavía me acuerdo de ese sabor cuando tengo hambre en casa. Después de comer seguimos caminando sin rumbo fijo, solo siguiendo la calle que se veía más interesante o con sombra para escapar un poco del calor. Todo el día tuvo un ritmo tranquilo, aunque vimos muchísimo.
El tour es de día completo, con aproximadamente 3.5 horas de viaje en cada sentido entre Acapulco y Taxco.
Sí, el desayuno está incluido durante la parada en Chilpancingo camino a Taxco.
Sí, se hace una parada en la iglesia de Santa Prisca en Taxco como parte del recorrido.
El desayuno y la comida están incluidos si eliges esa opción al reservar.
Sí, la recogida y regreso al hotel o puerto están incluidos en la reserva.
Se utiliza un sedán o una minivan con aire acondicionado, según el tamaño del grupo.
Al reservar puedes elegir entre opciones privadas o en grupo pequeño.
Durante las comidas se incluyen refrescos y bebidas alcohólicas.
Tu día incluye transporte con aire acondicionado desde y hacia tu hotel o puerto, desayuno en Chilpancingo, paseos guiados por el centro histórico de Taxco con visitas a talleres de plata y la iglesia de Santa Prisca, además de comida con bebidas antes de regresar por la tarde.
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