Recorre el campo abierto de San Miguel de Allende con vaqueros locales, cruzando cañones y ríos, y luego relájate con una comida ranchera al aire libre bajo la sombra. Risas, sabores auténticos, botas embarradas y esa calma que solo da hacer algo de verdad.
Jorge nos recibió en la entrada con un apretón de manos y una sonrisa que me hizo olvidar los nervios de montar a caballo otra vez. Me preguntó si ya había montado antes — “Un poco, pero nunca en México,” respondí. Asintió, me asignó una yegua tranquila llamada Canela y me enseñó a sujetar las riendas al estilo mexicano (me equivoqué dos veces; él solo se rió y corrigió mi agarre). El sol ya calentaba el polvo y se olía un leve aroma a humo de mezquite, tal vez el desayuno de alguien cercano.
Partimos por un sendero estrecho que se abrió en amplios campos dorados a las afueras de San Miguel de Allende. Los caballos sabían exactamente a dónde ir, incluso cuando yo no. En un momento cruzamos un río poco profundo — el agua fría me salpicó los jeans y Canela resopló como si pensara que exageraba. Jorge señaló unas plantas de maguey silvestre al borde del cañón, contándome que su tío todavía hace pulque con ellas. La verdad, solo entendí la mitad porque estaba concentrado en no dejar caer el teléfono al río.
¿Lo mejor? Después de regresar por senderos abiertos (y trotar más rápido de lo planeado sin querer), llegamos al rancho para almorzar bajo un árbol enorme. Había carne asada, tortillas calientes del comal y una salsa que me hizo llorar de gusto. Los vaqueros se sentaron con nosotros, compartiendo historias en español y un inglés un poco roto. Intenté decir “gracias” bien; seguro lo dije mal, pero a nadie le importó. Ahí el tiempo parecía detenerse, aunque fuera solo un rato.
La experiencia completa dura entre 4.5 y 5 horas, con aproximadamente 2.5 horas montando.
Sí, después del paseo se sirve una comida auténtica mexicana al aire libre en el rancho.
Sí, profesionales y vaqueros locales acompañan todas las rutas.
Sí, el paseo se adapta a todos los niveles; puedes caminar, trotar o galopar según prefieras.
Usa jeans, botas o tenis, camisa de algodón de manga larga, sombrero y protector solar; lleva agua extra.
Sí, el peso máximo permitido es 104 kg (230 libras).
No, no se menciona recogida en hotel; los huéspedes se reúnen en la entrada del rancho salvo que se acuerde otra cosa.
Se proporcionan ponchos para la lluvia si es necesario durante el recorrido a caballo.
Tu día incluye unas 2.5 horas montando a caballo por ríos y cañones cerca de San Miguel de Allende, acompañado por guías profesionales y vaqueros locales. Al final, compartirás una comida ranchera al aire libre en el rancho. Además, hay ponchos para la lluvia si los necesitas.
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