Recorre en ATV desde las vibrantes calles de Puerto Vallarta hasta tranquilos pueblos de montaña y senderos junto al río en la Sierra Madre. Ríe con tu guía, disfruta de una comida junto al agua y descubre la vida cotidiana lejos del turismo. Polvo, aventura y momentos que no olvidarás.
No esperaba que nuestro tour en ATV por la Sierra Madre comenzara justo en el corazón del centro histórico de Puerto Vallarta, pero ahí estábamos, con casco puesto y motores rugiendo mientras los locales pasaban con sus compras o nos lanzaban una sonrisa tímida. El Malecón estaba tan animado como siempre, las esculturas brillaban bajo el sol y, la verdad, al principio me sentí un poco fuera de lugar, como si hiciéramos demasiado ruido para ese entorno. Pero cuando nuestro guía, Miguel, saludó a un vendedor conocido, todo se sintió más natural. Lo seguimos fuera de la ciudad; el aroma a tortillas flotaba en el aire y de repente nos desviamos de la ruta principal, saltando por calles secundarias con murales desgastados y ropa tendida que se movía con la brisa.
El cambio de ciudad a campo fue rápido. Un momento esquivabas taxis, y al siguiente rodabas junto a campos y casitas pequeñas donde los niños saludaban (algunos intentaron competir con nosotros en bici — y ganaron). El aire también cambió: menos humo y más tierra y barro del río. Cuando llegamos a los senderos del río Cuale, todo se volvió más tranquilo, solo se oía el agua y el motor. En un punto, Miguel nos detuvo en una cantina pequeña que nunca habría encontrado solo; refrescos fríos en botella de vidrio y rodajas de limón en la barra. Intenté pedir en español y terminé haciendo reír a todos. Ahí me di cuenta de lo lejos que estábamos del Puerto Vallarta turístico.
La última parada fue un restaurante a la orilla del río, sencillo pero recuerdo perfectamente lo deliciosos que estaban esos tacos después de tanto polvo y sol. Algunos se animaron a nadar (yo no me atreví, el agua se veía fría). Nos sentamos bajo los árboles mientras Miguel contaba historias de su infancia por aquí, señalando aves que yo no podía identificar. Volver a la ciudad se sintió distinto a cuando la dejamos; como si hubiéramos visto algo que muchos pasan por alto, aunque esté tan cerca. Tenía los brazos cansados, pero la mente más despejada.
El tour suele durar varias horas, incluyendo paradas para refrescos y comida antes de regresar a Puerto Vallarta.
Hay una parada en un restaurante junto al río donde puedes comprar comida o bebidas antes de regresar.
No se requiere experiencia; los guías dan instrucciones y se incluyen cascos para tu seguridad.
Calzado cerrado, bloqueador solar, repelente, pesos mexicanos para snacks o souvenirs y licencia de conducir si vas a manejar.
Niños de 6 años en adelante pueden unirse, siempre acompañados por un adulto; los conductores deben tener licencia válida.
El tour se hace con lluvia o sol, salvo que las condiciones sean inseguras; consulta con el operador si dudas sobre cancelaciones por clima.
No se menciona transporte desde hoteles; los participantes se reúnen en el punto de inicio en Puerto Vallarta.
Los pasajeros de crucero deben considerar al menos 90 minutos desde el desembarque para llegar al punto de encuentro y registrarse.
Tu día incluye el uso de un ATV con casco, guía local experto en estos caminos, todos los impuestos y tarifas, además de fotos y videos gratis para que disfrutes sin preocuparte por capturar cada instante.
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