Recorre las calles vibrantes de Puerto Vallarta con un guía local, probando hasta diez tacos diferentes—desde el clásico pastor hasta la suave cabeza de res—y disfruta de aguas frescas o cerveza ilimitadas. Aprende cómo comen los locales, ríe con nuevos sabores y termina con un postre y consejos para seguir explorando por tu cuenta. Una aventura de tacos que recordarás mucho después de irte.
Lo primero que me atrapó fue el aroma: carne asada y tortillas calientes saliendo de una pequeña taquería en una callecita del centro histórico de Puerto Vallarta. Nuestro guía, Jorge, nos saludó como si fuéramos viejos amigos. Apenas di un par de pasos, me entregó un vaso de plástico con agua de jamaica bien fría (todavía me cuesta decirlo bien), y arrancamos—esquivando a los locales que regresaban a casa, con el pavimento aún tibio por el sol del día.
Esa noche paramos en cuatro taquerías distintas. Cada una tenía su propio ambiente: una era solo un par de taburetes de plástico bajo una bombilla parpadeante, otra estaba llena de familias riendo con platos rebosantes de pastor. Jorge nos contó cómo cada lugar tiene su toque especial; hasta nos enseñó a comer tacos de cabeza de res sin hacer un desastre (yo fallé estrepitosamente). Las salsas iban de dulces a “no digas que no te advertí”. En un momento intenté ordenar en español y la señora detrás del mostrador sonrió tan ampliamente que no pude evitar reírme también.
Perdí la cuenta de cuántos tacos comí—¿diez? ¿más? Siempre había otro sabor por descubrir, otra salsa para probar. Entre mordiscos bebíamos cervezas frías y refrescantes aguas frescas. El postre llegó al final: algo dulce y pegajoso de un carrito cerca de la plaza. Para entonces mi camiseta olía a cebolla asada y humo de carbón. Jorge nos señaló otros lugares para probar más tarde, por si acaso nos daba hambre otra vez (poco probable). Caminando de regreso por el centro, lleno y feliz, me di cuenta de que esto no era solo comida—era sentir que por una noche pertenecías a este lugar. Sigo pensando en ese primer bocado de pastor, la verdad.
Visitarás hasta cuatro taquerías diferentes durante el recorrido.
Sí, incluye agua purificada, aguas frescas, cerveza y refrescos ilimitados.
Sí, bebés y niños pequeños pueden participar en cochecitos; es apto para todos los niveles de movilidad.
Probarás hasta diez tacos diferentes, incluyendo pastor, carne asada, cabeza de res y muchas salsas.
Sí, el postre está incluido al final de la caminata y degustación.
Tu noche incluye tacos ilimitados en cuatro taquerías familiares del centro histórico y el centro de Puerto Vallarta, agua purificada, aguas frescas y cerveza nacional, además de postre—todo acompañado por un guía local que comparte historias durante el recorrido.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?