Vuela sobre la bahía de Banderas hacia la selva de Puerto Vallarta con 19 tirolesas sobre ríos y copas de árboles. Prueba tequila artesanal con locales, relájate en pozas naturales o haz kayak después de comer en un café junto al río. Termina el día conociendo monos y tucanes rescatados en un santuario — aventura con mucho corazón.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente volar sobre la selva? Yo no, la verdad, hasta que íbamos navegando en lancha rápida, el viento en la cara y Puerto Vallarta quedando cada vez más lejos. Nuestro guía Luis bromeaba llamando “montañas rusas mexicanas” a las tirolesas mientras pasábamos junto a pelícanos y barcos de pesca. Podía oler la sal y el protector solar en mis brazos. También hay opción de transporte terrestre (mi amiga se marea en el mar y eligió esa), pero me alegro de haber tomado la lancha — llegar por el río le pone un toque especial al día.
El plato fuerte son las tirolesas: 19 en total, que cruzan el río Horcones y se adentran en esta selva verde y densa. Tenía las manos sudando antes del primer salto (no soy muy valiente), pero los guías sabían lo que hacían. Revisaron cada arnés dos veces, nos soltaron alguna broma para relajar el ambiente, y de repente estás volando — el aire zumbando en tus oídos, las copas de los árboles abajo. Intenté mirar hacia el río, pero el casco se me caía sobre los ojos. No fue nada elegante, pero sí inolvidable.
Después de tanta adrenalina, bajamos a un café al aire libre justo en la orilla del río. El aroma de fajitas a la parrilla estaba por todos lados — la verdad, me lo había ganado después de tanto gritar. También hay una cata de tequila de verdad; intenté decir “reposado” con mi mejor acento y Rosa, la que estaba en la barra, se rió y dijo que era “muy valiente”. Algunos se metieron a nadar en las pozas del río o tomaron kayaks — yo preferí sentarme con los pies en el agua un rato. Se escuchaban pájaros, risas y el chapoteo de quienes se animaban a los toboganes naturales.
Casi me salto la visita al santuario de animales al final (no sabía qué esperar), pero resultó estar lleno de monos rescatados y tucanes con colores imposibles. Un mono intentó robarle el sombrero a mi amiga — y ella lo recuerda cada vez que alguien menciona Puerto Vallarta. Todo se sintió menos como un tour y más como descubrir un secreto local por unas horas. Caminando de regreso entre los árboles, con la piel quemada y cansada, me di cuenta de que no había mirado el teléfono ni una sola vez en todo el día.
El tour dura alrededor de 5 horas, según tu punto de recogida.
Sí, incluye transporte ida y vuelta por tierra o mar.
La comida en el restaurante junto al río es opcional; la cata de tequila sí está incluida.
La edad mínima es 5 años; el peso máximo es 129 kg (285 lbs).
Sí, se puede nadar en pozas naturales y hacer kayak si el clima lo permite.
Sí, visitarás un santuario con monos, tucanes y reptiles rescatados.
Los guías son bilingües y acompañan todas las actividades del día.
Zapatos cómodos, traje de baño, toalla, protector solar, repelente, cámara con correa y dinero extra para comida o recuerdos.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Puerto Vallarta por tierra o lancha rápida (recuerda que hay una pequeña tarifa portuaria si eliges la lancha), acceso a 19 tirolesas con estaciones de agua, cata de tequila tradicional guiada por locales, uso de kayaks y toboganes naturales según el clima, y tiempo en un santuario de animales rescatados antes de regresar cansado pero feliz.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?