Nadarás en las antiguas cuevas de Río Secreto, recorrerás senderos en bici por la selva, harás rappel en el legendario Xibalbá y volarás en tres tirolinas, todo con un guía local que revive la historia maya. Incluye transporte, equipo, refrescos y comida para que solo te preocupes por disfrutar cada momento.
Ya estábamos un poco húmedos por la humedad cuando nuestro guía, Rodrigo, repartió los cascos en Río Secreto. Yo aún intentaba meter mi traje de baño debajo de la camiseta sin verme ridícula. Él sonrió y dijo que no me preocupara — con esos cascos todos se ven graciosos. La entrada a la cueva estaba a unos pasos, pero honestamente parecía que habíamos cruzado a otro mundo. Un aire fresco me tocó la cara y había un olor a tierra mojada, como piedra húmeda y hojas viejas. Nos adentramos en el río subterráneo y recuerdo que el agua estaba más fría de lo que esperaba. Rodrigo señaló unos murciélagos pequeñitos colgados arriba (casi no los veo) y explicó que estas cuevas eran sagradas para los mayas. Traté de imaginar cómo habría sido descubrir este lugar hace siglos, con la luz de una antorcha iluminando esas formaciones rocosas.
Después de nadar en esa oscuridad silenciosa — que es extrañamente tranquila cuando te acostumbras — cambiamos los cascos por bicicletas y pedaleamos por un sendero estrecho en la selva. Mis piernas aún temblaban por el agua, pero eso lo hizo más divertido. Hubo un momento en que una mariposa azul brillante pasó volando justo frente a mi manillar y casi pierdo el equilibrio de la risa. La selva aquí no está callada; siempre hay algún pajarito cantando o hojas moviéndose. Luego llegó el rappel hacia Xibalbá (Rodrigo lo llamó “el inframundo maya” con una sonrisa). Mis manos sudaban en la cuerda, pero tocar tierra suave abajo se sintió como aterrizar en otro planeta.
No esperaba disfrutar tanto de las tirolinas — las alturas no son lo mío — pero volar sobre las copas de los árboles con el viento en los oídos fue uno de esos recuerdos que se quedan para siempre. La comida después de todo eso supo mejor de lo que debería (¿será que la adrenalina mejora el sabor?). Nos sentamos juntos en largas mesas compartiendo quién gritó más fuerte en las tirolinas. De regreso, todavía sentía el agua fresca de la cueva en la piel y no dejaba de pensar en ese primer paso bajo tierra — ¿sabes a qué me refiero?
El tour dura aproximadamente 5 horas de inicio a fin.
Sí, después de las actividades se ofrece un almuerzo buffet.
Nadarás en cuevas, recorrerás senderos en bici, harás rappel en una caverna y usarás tres tirolinas.
Sí, guías locales profesionales acompañan cada parte del recorrido.
No se menciona transporte desde hoteles; hay opciones de transporte público cerca.
Se recomienda camiseta de manga corta sobre el traje de baño y ropa extra para después.
No se recomienda para personas con problemas cardiovasculares, lesiones en la columna o embarazadas.
Sí, los niños deben estar acompañados por un adulto durante toda la experiencia.
Tu día incluye todo el equipo necesario—cascos, bicicletas y equipo de seguridad—además de la guía de expertos locales en cada etapa. Después de explorar las cuevas de Río Secreto y volar en tirolinas sobre la selva, compartirás un almuerzo buffet con refrescos antes de volver a la luz del sol en Playa del Carmen.
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