Recibirás guía personalizada, historias auténticas y tiempo para descubrir la naturaleza salvaje de Costa Rica a tu ritmo—paseo a caballo, baño en cascada escondida y almuerzo en playa tranquila. Una experiencia relajada, íntima y llena de momentos que recordarás siempre.
Llegamos justo cuando el aire de la mañana aún estaba fresco, con una ligera neblina entre los árboles. Nuestro guía Rey nos recibió con una sonrisa tranquila, nos ofreció bebidas frías y nos señaló una mesa con frutas frescas y pequeños pasteles de una panadería local. Se escuchaban pájaros en la copa de los árboles y, la verdad, parecía que teníamos todo el lugar para nosotros solos. Rey nos explicó lo básico: cómo sentarse, qué hacer si el caballo se detiene a comer (algo que pasó más de una vez). Aunque nunca hayas estado cerca de un caballo, aquí te sentirás en buenas manos.
La primera hora montando pasó más rápido de lo que esperaba. Los caballos son tranquilos y conocen bien el camino; el mío movía las orejas hacia atrás como si me estuviera escuchando. Seguimos un sendero sombreado que serpenteaba entre flores silvestres y enormes mariposas azules que parecían flotar justo frente a ti. Si quieres, puedes regresar antes; Rey pasa seguido para asegurarse de que estés cómodo, sin presiones. Al llegar a la cascada, solo estábamos nosotros y el sonido del agua chocando contra las rocas. Algunos se cambiaron para nadar; yo solo metí los pies, frío pero refrescante después del paseo.
De regreso me sentía más seguro en la silla. Rey nos contó historias de familias locales que han vivido aquí por generaciones y nos señaló plantas comestibles en el camino (incluso nos dejó probar una, con sabor un poco picante). El almuerzo estaba listo bajo unas palmeras en la playa: pescado a la parrilla, arroz, bebidas bien frías—una comida que sabe mejor porque te la ganaste. Después hubo tiempo para nadar o simplemente descansar bajo una sombrilla mientras alguien ofrecía masajes en los hombros cerca. Sin prisas; tú decides cuándo volver.
¡Claro! Rey da instrucciones claras antes de empezar y está siempre cerca durante el paseo. Los caballos son dóciles y acostumbrados a nuevos jinetes.
Lleva traje de baño y toalla si quieres nadar en la cascada o la playa. También es buena idea llevar protector solar. Puedes guardar lo esencial en una bolsa pequeña que va en la silla.
El tiempo es flexible, depende de cuánto quieras quedarte en cada lugar. La mayoría disfruta medio día o más para aprovechar todo.
Sí, el almuerzo está incluido después del paseo—platos frescos locales como pescado o pollo a la parrilla con arroz y ensaladas, además de bebidas.
Incluye transporte ida y vuelta desde el lugar que elijas (sin que tengas que manejar), todo el equipo para montar, e-book y videos guía para principiantes gratis, snacks antes de montar, almuerzo con bebidas después, tiempo en cascada y playa (con baño), y masaje opcional—todo organizado para que solo llegues y disfrutes.
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