Vive Teotihuacán desde el aire en un paseo en globo al amanecer con transporte, desayuno y tiempo para explorar las pirámides a tu ritmo. Una experiencia que recordarás para siempre.
Aún está oscuro cuando subimos al van, las luces de la ciudad parpadean mientras dejamos atrás Ciudad de México. Hay un murmullo tranquilo—quizá nervios, o simplemente demasiado temprano para hablar. Al llegar a Teotihuacán, el sol apenas asoma en el horizonte. Alguien me ofrece un café y tomo una galleta—simple, pero justo lo que necesitaba en el aire frío de la mañana. El campo de despegue huele a hierba y gas propano. Los globos empiezan a inflarse, enormes y coloridos, haciendo un suave sonido al elevarse. Nuestro guía, Juan, nos cuenta sobre la seguridad y la historia mientras tomamos fotos. Señala cuál es nuestro globo—resulta que es el que tiene una franja roja brillante.
La cesta es más firme de lo que esperaba bajo mis pies. Al despegar, hay un momento extraño donde el suelo y el cielo parecen intercambiar lugares—de repente, flotamos. Todo el valle se abre bajo nosotros: las pirámides asomando entre la niebla, gente diminuta caminando por avenidas antiguas. Aquí arriba todo está en silencio salvo el quemador que suena de vez en cuando y algunas risas del grupo. El vuelo dura unos 50 minutos, pero se siente a la vez más largo y más corto. Al aterrizar, damos un pequeño salto—nada fuerte—y Juan reparte copas de vino espumoso para un brindis rápido. Dice que es tradición después de cada vuelo. Nos entregan certificados con nuestros nombres; un poco cursi, pero yo guardo el mío.
Luego viene el desayuno—un buffet mexicano completo en un restaurante cercano. Chilaquiles, huevos, fruta fresca, y hasta pan dulce si llegas a tiempo antes de que se acabe. Después de comer, tenemos un par de horas para recorrer la zona arqueológica por nuestra cuenta. Caminando por la Calzada de los Muertos con el sol calentando poco a poco, se siente la antigüedad del lugar. Los vendedores ofrecen objetos de obsidiana y silbatos que imitan el rugido de jaguares (son bastante ruidosos). Si prefieres, puedes saltarte las ruinas y regresar antes—tú decides. A media tarde volvemos a Ciudad de México, cansados pero felices, con el móvil lleno de fotos y la cabeza llena de historias nuevas.
Las recogidas suelen comenzar entre las 4:30 y 5:00 am, según tu ubicación en Ciudad de México. Confirmaremos la hora exacta tras tu reserva.
Sí, después del vuelo y el brindis disfrutarás de un desayuno buffet con platillos mexicanos.
El vuelo dura entre 40 y 60 minutos, dependiendo del clima esa mañana.
¡Claro! Tendrás hasta dos horas de tiempo libre para recorrer la zona arqueológica antes de regresar a Ciudad de México.
Sí, el tour incluye transporte de ida y vuelta desde tu hotel o Airbnb en Ciudad de México.
Tu experiencia incluye transporte ida y vuelta desde tu alojamiento en Ciudad de México, vuelo en globo sobre Teotihuacán (con brindis de vino espumoso y certificado de vuelo), desayuno buffet en restaurante local, entrada a la zona arqueológica y tiempo libre para explorar las pirámides. Antes del despegue sirven café, té, fruta y galletas. Solo necesitas traer tu espíritu aventurero.
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