Navega desde Cabo pasando por el famoso Arco antes de lanzarte a aguas cristalinas para hacer snorkel con peces tropicales, acelerar con motos acuáticas, remar en kayak y probar el paddle surf, todo acompañado por guías locales que conocen cada cala. Termina el día con quesadillas frescas y salsa bajo el sol. Cabello salado, risas y recuerdos que duran mucho después de secarte.
Lo primero que sentí fue el salpicón del agua salada en la cara mientras nuestra lancha pasaba a toda velocidad por el Arco de Cabo San Lucas — pelícanos volando arriba y el sol ya pegando fuerte aunque no era tan tarde. Nuestro guía, Martín, señaló Playa del Amor (le decía así y sonreía como si ya hubiera escuchado todos los chistes del lugar). El agua aquí es de un azul salvaje — nada tranquila — y se mezclan los olores a bloqueador solar y aceite de motor. La verdad, tenía nervios con las motos acuáticas, parecían sacadas de una película de James Bond.
Anclamos cerca de Playa Chileno (o tal vez Santa María — perdí la cuenta entre tanta risa), y Martín repartió máscaras y aletas. La corriente tiraba de mis piernas mientras intentaba recordar cómo respirar por el snorkel sin tragarme medio océano. Había unos peces amarillos por todos lados — ¿serían sargentos mayores? — que nadaban alrededor de mis rodillas. La moto acuática era más ligera de lo que imaginaba; aprietas el mango y avanzas bajo el agua como si hicieras trampa nadando. Mi amigo quiso competir con Martín pero se distrajo con una mantarraya que pasó flotando debajo. Aún recuerdo ese instante en que todo quedó en silencio salvo por mis burbujas.
Después nos turnamos para usar los kayaks y las tablas de paddle surf. Me caí un par de veces antes de agarrarle el ritmo (Martín solo se reía y me decía “más despacio”). El sol en los hombros, los dedos rozando el agua fresca, esas sensaciones se quedan más tiempo del que crees. La comida fueron quesadillas hechas ahí mismo en la lancha con salsa picante — nada sofisticado pero perfecto después de tanto nadar. No hay sombra ni baños a bordo, así que lleva gorra… o haz como nosotros y cada diez minutos te mojas la cabeza en el mar.
Sí, el traslado está incluido antes de que comience el tour—confirma los detalles con el operador tras reservar.
Normalmente se para en Playa Chileno o Playa Santa María, cerca de Los Cabos.
Sí, se sirven quesadillas frescas con salsas mexicanas durante la excursión.
El peso máximo permitido es de 120 kg (265 libras).
No, debido al diseño del barco no hay baños ni sombra a bordo.
No, por razones de seguridad las mujeres embarazadas no pueden unirse a esta actividad.
No se requiere experiencia; los guías dan instrucciones para todas las actividades, incluyendo snorkel, kayak, motos acuáticas y paddleboard.
Se recomienda tener un nivel físico moderado; no es apto para personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye traslado desde el hotel antes de empezar, uso de motos acuáticas, kayaks, tablas de paddle y equipo de snorkel—todo guiado por expertos locales—y quesadillas recién hechas con salsas mexicanas servidas a bordo antes de regresar a tierra.
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