Camina por los campos de agave calentados por el sol cerca de Tequila con un guía local, observa a los jimadores cosechar a mano, visita la destilería más antigua de Latinoamérica para degustar tequilas, y explora las calles y el mercado de Tequila antes de regresar a Guadalajara—seguro seguirás pensando en ese sabor ahumado y dulce o en alguna broma que escuchaste durante el almuerzo.
Lo admito: creía que conocía el tequila. Pero parado frente a los campos de agave azul cerca de Tequila, Jalisco, me di cuenta de que nunca había visto un agave de cerca. Nuestra guía, Mariana, me pasó un trozo de la piña cruda—pegajosa, dulce y fibrosa—y se rió cuando puse cara rara. El jimador que cortaba esas plantas gigantes se movía tan rápido que casi no vi cuando sacó el corazón. Había un olor terroso, como lluvia sobre piedra caliente mezclado con algo verde y punzante. Aunque no seas de madrugar, esa primera hora te despierta al instante.
El viaje desde Guadalajara no fue largo (¿una hora?), pero parecía que habíamos llegado a otro mundo. En La Rojeña—la destilería José Cuervo—Mariana nos llevó entre hornos de ladrillo y alambiques de cobre. Nos contó cómo combinan técnicas tradicionales con maquinaria moderna; algunas máquinas tienen más años que mi papá. La cata fue toda una sorpresa—esperaba un trago fuerte y terminé oliendo y girando la copa como un sommelier novato. El extra añejo era suave como caramelo, pero con un toque ahumado inesperado. Seguro me pasé pidiendo otra ronda.
Después paseamos por el pueblo de Tequila, que es más vibrante y colorido de lo que muestran las fotos. El mercado Cleofas Mota olía a masa frita y cítricos; los vendedores gritaban nombres que no podía pronunciar (Li se rió cuando intenté decir “chile en nogada”—lo arruiné por completo). Almorzamos en un lugar pequeño cerca de la plaza—no recuerdo el nombre, pero su mole estaba tan bueno que casi lamo el plato. Al volver al van rumbo a Guadalajara, mi camisa aún olía a agave tostado y comida callejera. Y la verdad, sigue oliendo así.
El tour dura entre 6 y 7 horas, incluyendo el traslado entre Guadalajara y Tequila.
Sí, incluye recogida y regreso a hoteles seleccionados en Guadalajara.
Sí, visitas los campos de agave de Mundo Cuervo cerca de Tequila con guía y demostración de jimador.
Degustarás tequila blanco, reposado, añejo y extra añejo durante la visita.
No incluye almuerzo fijo, pero hay tiempo libre para comer en el centro de Tequila a tu ritmo.
Los niños pueden acompañar, pero solo mayores de 18 años participan en las catas; hay asientos para bebés si se requieren.
Sí, hay tiempo libre para comprar tequilas y souvenirs después de la visita a la destilería.
Tu día incluye recogida en hoteles seleccionados de Guadalajara, transporte en minivan con aire acondicionado a los campos de agave con demo de jimador, entrada a La Rojeña para degustar varios tequilas, y tiempo libre para explorar o almorzar antes de regresar al hotel por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?