Si quieres ver la vida real de Chiapas de cerca—probar Pox casero, observar a maestros tejedores en acción y entrar en espacios sagrados donde las tradiciones antiguas siguen vivas—esta excursión te permite hacerlo todo con guías locales que conocen cada historia detrás de lo que ves.
Temprano en la mañana, el aire en San Cristóbal aún se sentía fresco cuando partimos hacia las tierras altas. Nuestro guía, Miguel, nos habló sobre los pueblos tzotziles mientras serpenteábamos entre bosques de pino—con las ventanas abajo, se podía percibir el aroma a leña quemada de casas lejanas. Primera parada: Zinacantán. La iglesia de San Sebastián se alza en el corazón del pueblo, su fachada blanca resalta contra las colinas verdes. Adentro, las velas parpadeaban por doquier y se escuchaban voces suaves en oración—era como entrar en otro mundo.
Luego nos acercamos a una casa familiar. Las mujeres nos mostraron cómo tejen esos famosos textiles—honestamente, ver sus manos moverse tan rápido sobre el telar era hipnótico. Nos dejaron intentar algunos puntos (los míos salieron torcidos), y luego nos sirvieron pequeños vasos de Pox. Es un licor fuerte de maíz; pica un poco al bajar pero te calienta rápido. Verás niños jugando afuera y a veces se huele el aroma de tortillas recién hechas cerca.
Después, seguimos camino hacia San Juan Chamula. La plaza principal vibraba con locales vendiendo frutas y flores. Pero lo que realmente te queda grabado es la iglesia de San Juan Bautista: adentro, el suelo está cubierto de agujas de pino y las familias se reúnen alrededor de velas para rituales que mezclan santos católicos con creencias ancestrales mayas. Nuestro guía nos recordó que no se permiten fotos—aquí se trata de respeto. La mezcla de incienso y pino fresco es algo que no olvidaré pronto.
¡Sí, es ideal para todas las edades! El ritmo es tranquilo y hay opciones para cochecitos o asientos para bebés si es necesario.
No se permiten fotos dentro de la iglesia de San Juan Bautista por respeto a las costumbres locales. ¡Pero afuera sí puedes!
Probarás Pox (aguardiente de maíz) en Zinacantán y quizás veas cómo las familias locales preparan tortillas frescas.
Tu transporte es cómodo y con aire acondicionado; siempre tendrás agua embotellada a mano; todas las entradas están incluidas para que solo te concentres en disfrutar.
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