Recorrerás templos antiguos en Dzibanché y Kohunlich con un guía local que conoce todos los atajos por la selva. Espera monos sobre tu cabeza, momentos de calma entre piedras milenarias y una comida de tres tiempos en plena naturaleza — además de historias que querrás contar una y otra vez.
No esperaba que el aire se sintiera tan denso al bajar de la van cerca de Dzibanché — algo dulce, casi a tierra mojada, con el ruido de pájaros arriba. Nuestro guía, Carlos, nos sonrió como si supiera lo que venía. Señaló unas piedras viejas asomando entre los árboles y mencionó el Templo del Búho. Traté de imaginar cómo sería hace siglos, pero la verdad me distrajo una familia de monos aulladores haciendo ruido justo encima. Su sonido es mucho más grande que ellos. Caminamos por escalones cubiertos de musgo y yo seguía quitándome telarañas de los brazos — no me quejé, se sentía auténtico.
Después de un camino lleno de baches (casi pierdo mi botella de agua bajo el asiento), llegamos a Kohunlich. El “templo de las máscaras” es impresionante — esas caras son enormes y aún se ven sus detalles después de tanto tiempo. Carlos nos contó sobre el dios maya del sol, pero yo me distraje contando lagartijas que corrían entre las piedras. Hay algo especial en estar parado en esos escalones rodeado solo de selva — sin multitudes, solo el viento entre las palmas y ese olor a tierra mojada que queda después de la lluvia. Intenté pronunciar “Kohunlich” bien; Li se rió de mi acento (justo).
El almuerzo fue en un lugar que nunca habría encontrado solo — escondido entre los árboles, elegante pero sin formalidades. Los tres tiempos llegaron uno tras otro; todavía recuerdo ese pescado con toque cítrico. Alguien cerca cortaba fruta para el postre y se escuchaban los cuchillos golpeando tablas de madera. Todo se sentía pausado, pero en el buen sentido. Compartimos historias con Carlos mientras tomábamos café antes de regresar a Chetumal, cansados pero con la energía de todo lo vivido.
Es un tour de día completo desde Chetumal, incluyendo traslados y almuerzo.
Sí, incluye un almuerzo de 3 tiempos en un restaurante dentro de la selva.
Sí, tu guía certificado habla español e inglés.
Hay buena posibilidad de ver monos aulladores y aves exóticas.
Sí, el traslado en vehículo con aire acondicionado está incluido.
Sí, las entradas a ambos sitios arqueológicos están cubiertas.
Los bebés deben ir en el regazo de un adulto; se camina bastante, por lo que se recomienda buena condición física.
Lleva agua, calzado cómodo, protección solar y quizás repelente para la selva.
Tu día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado desde Chetumal, entradas a las ruinas de Dzibanché y Kohunlich, guía certificado bilingüe durante todo el recorrido y un almuerzo de tres tiempos en un restaurante escondido en la selva, para luego regresar cómodo.
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