Recorre CDMX en e-bike con un guía local, probando tacos en Polanco y churros cerca de Alameda Central. Pasea por las coloridas calles de Roma y el verde Chapultepec mientras descubres historias y disfrutas risas con tacos desordenados. Quizá encuentres tu rincón favorito de la ciudad al atardecer.
Con las manos firmes en el manubrio, sentí ese pequeño impulso cuando la e-bike arrancó — la verdad, fue un alivio. Las calles de CDMX se veían enormes desde la acera, pero nuestro guía Luis solo sonrió y nos hizo señas para seguir. Volamos por la frondosa Condesa, pasando junto a una mujer que vendía dulces de tamarindo rosa frente a un café (casi me detengo ahí mismo), y luego entramos a Roma. Los edificios aquí son un revoltijo encantador — art déco junto a mansiones en ruinas, y de repente, un estallido de arte urbano. Luis señaló el lugar de aquella película “Roma”, pero yo estaba más ocupado esquivando las correas enredadas de un paseador de perros para sacar una foto.
Paseo de la Reforma se sentía como otro mundo — avenida ancha, el tráfico zumbando como ruido blanco, la luz del sol reflejándose en torres de cristal y viejas estatuas. Paramos en el Ángel de la Independencia; todos sacaron fotos pero yo me quedé mirando a una pareja tomados de la mano en las escaleras abajo. Hay algo en ver a los locales usar estos monumentos en su día a día que hace que la historia se sienta menos como tarea. En Alameda Central estacionamos las bicicletas para unos churros — aún calientitos, la canela pegándose en mis dedos — y juro que fue ahí cuando la ciudad se me metió bajo la piel.
No esperaba que los tacos me importaran tanto hasta llegar a Polanco. El Turix es pequeño y lleno; pides en la barra y tratas de no dejar caer nada mientras exprimes limón sobre tu cochinita pibil. Luis se rió cuando intenté pronunciarlo (“¡Vas mejorando!”), y un tipo a nuestro lado asintió aprobando mi técnica desordenada con el taco. Más tarde pedaleamos por el Bosque de Chapultepec — huele a verde, si eso tiene sentido — árboles por todos lados, niños corriendo con globos. Alcanzamos a ver el Castillo de Chapultepec entre las ramas antes de regresar a Reforma.
Al final mis piernas estaban cansadas pero no destrozadas (gracias a la e-bike), y no dejaba de pensar en cuántas ciudades caben dentro de esta sola. Si quieres conocer CDMX sin prisas ni perderte — o simplemente buscas excusa para más tacos — este paseo de un día vale totalmente la pena.
El recorrido cubre varios barrios como Roma, Condesa, Reforma, Centro Histórico, Polanco y Chapultepec en un solo día.
Sí, incluye degustación de tacos en Polanco y churros cerca de Alameda Central durante el paseo.
Sí, las bicicletas eléctricas facilitan el recorrido para la mayoría de niveles y visitantes primerizos.
Pasarás por el Ángel de la Independencia, Palacio de Bellas Artes, Zócalo, Monumento a la Revolución, Bosque de Chapultepec y más.
No se incluyen entradas a museos; admirarás sitios como Bellas Artes desde afuera mientras tu guía cuenta sus historias.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la mayoría de las paradas del recorrido.
Lo mejor es ropa cómoda para pedalear; el resto, incluyendo la bici y las degustaciones, está incluido.
Tu día incluye el uso de una bicicleta eléctrica por toda CDMX con paradas para probar tacos en Polanco y churros frescos cerca de Alameda Central. Un guía local te lleva por barrios como Roma y Condesa, además de sitios importantes como Chapultepec y Paseo de la Reforma antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?