Pasearás por los jardines del Castillo de Chautla, aprenderás a hacer jabón de lavanda en una granja real, probarás snacks en un pueblo local y terminarás admirando miles de luciérnagas iluminando el bosque al anochecer. Con transporte privado ida y vuelta desde CDMX y una guía local relajada, te sumergirás en otro ritmo por un día.
Confieso que esperaba que el castillo cerca de Puebla fuera más como un set de película, pero al estar frente al Castillo de Chautla (los locales lo llaman Gillow), con sus bordes de ladrillo rojo y su estanque tranquilo, se sentía una paz extraña. Nuestra guía, Ana, nos contó cómo llegaron aquí esos jardines al estilo inglés. Señaló a los patos nadando y se encogió de hombros: “Por las mañanas siempre hay un poco de neblina.” Me gustó que no nos apurara; simplemente paseamos entre las piedras antiguas y vimos a una familia tomándose selfies en el puente. El aire olía a hierba mojada y a algo dulce que no lograba identificar.
Lo siguiente me sorprendió: fuimos a una granja de lavanda para un taller de elaboración de jabón. Traté de pronunciar “lavanda” bien (Ana se rió de mi acento), pero me distraje con las filas moradas que se extendían hasta el horizonte. El aroma estaba por todos lados, a la vez intenso y relajante, y mis manos aún olían así horas después. Hacer jabón fue más desordenado de lo que esperaba; mi barra quedó un poco torcida, pero me encantó igual. Tomamos un poco de agua fresca antes de seguir. Paramos en un pueblo pequeño para comer algo: pan dulce de una ventanilla, nada sofisticado, pero delicioso después de tanto caminar.
Al caer la tarde llegamos al santuario de luciérnagas. La verdad, no sabía qué esperar de esta parte del tour al Castillo de Chautla y las luciérnagas. Al principio solo veíamos sombras moviéndose entre los árboles, pero de repente empezaron a parpadear pequeñas luces por todos lados, como si alguien estuviera sacudiendo estrellas justo sobre nuestras cabezas. Todos guardamos silencio, salvo un niño que no paraba de susurrar “¡mira!” cada vez que veía otro destello. Fue extraño y a la vez natural quedarse ahí en la oscuridad con desconocidos, simplemente viendo a los insectos hacer su magia. El regreso a CDMX fue tranquilo; Ana repartió galletas mientras mirábamos las luces de los coches pasar.
El tour dura aproximadamente un día completo, regresando a CDMX por la noche.
Sí, los tours privados incluyen recogida en tu alojamiento o punto elegido en CDMX.
Sí, se incluyen bebidas sin alcohol y snacks durante la visita.
Los guías son bilingües en español e inglés; otros idiomas pueden estar disponibles bajo petición.
Los tours privados se pueden adaptar dentro de la duración y ruta estándar; solo pregunta al reservar.
Los bebés deben ir en brazos de un adulto; consulta recomendaciones de salud para niños pequeños antes de reservar.
El precio cubre la entrada a la Ex-Hacienda Chautla, acceso y taller en la granja de lavanda, y entrada al santuario de luciérnagas.
Este tour no se recomienda para personas embarazadas ni con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye transporte privado ida y vuelta desde CDMX (recogida en hotel o punto de encuentro), entradas al Castillo de Chautla, visitas guiadas con taller práctico de jabón en una granja de lavanda, bebidas sin alcohol y snacks durante el recorrido, además de guías locales bilingües expertos en la zona, para regresar después de disfrutar del espectáculo de luciérnagas en el bosque.
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