Esta es tu oportunidad para adentrarte desde Campeche en las ruinas y la selva de Calakmul con un guía local. Observa la fauna en senderos escondidos, escucha historias de antiguos reyes mayas y disfruta un picnic sencillo bajo árboles gigantes — momentos que recordarás mucho después de que termine el día.
Íbamos ya a mitad del camino por esa estrecha carretera dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul cuando noté lo denso que estaba el aire — no caliente, sino como verde y lleno de vida. Nuestro guía, Jorge, no paraba de señalar cosas que yo ni habría visto: un destello turquesa (un tucán), algo moviéndose arriba (monos araña, al parecer). Intenté sacar una foto pero solo salieron hojas borrosas. El viaje desde Campeche fue más largo de lo que esperaba — unas dos horas, tal vez — pero la verdad es que se sentía parte de la aventura. Hay un momento en que ves por primera vez un montículo de piedra asomando entre los árboles y piensas, “¿En serio la gente construyó esto?”
Entrar a Calakmul es raro — hay un silencio que te hace susurrar sin querer. Jorge nos contó sobre las antiguas rivalidades de la ciudad y cómo este lugar fue más grande que Tikal en su tiempo. Incluso nos mostró algunas tallas desgastadas; me esforzaba por entenderlas mientras él explicaba su significado (aún no lo capto del todo). Las piedras son rugosas al tacto y el musgo cubre casi todo. En un momento paramos para beber agua y escuchamos a los monos aulladores a lo lejos — sonaban más a dinosaurios que a otra cosa. El almuerzo fue un picnic bajo unos árboles; nada lujoso, pero después de tanto caminar, hasta un sándwich sabe distinto aquí.
No subí hasta la cima de la Estructura II — las alturas no son lo mío — pero un par del grupo sí y volvieron con una sonrisa de niño. Dijeron que se veía selva hasta donde alcanzaba la vista en todas direcciones. De regreso a Campeche, todos estábamos más callados, mirando cómo los árboles pasaban por las ventanas de la van. A veces todavía pienso en ese silencio entre esas piedras antiguas, ¿sabes? Se queda contigo.
La excursión dura todo el día, generalmente entre 10 y 12 horas incluyendo transporte ida y vuelta desde Campeche.
Sí, se incluye un picnic durante la visita a Calakmul.
Debes poder caminar varias horas por terreno irregular; se recomienda tener una condición física moderada.
Sí, se incluye recogida y regreso al hotel en Campeche.
Es posible ver monos, tucanes, venados o incluso pavos silvestres durante el recorrido por la reserva.
Tu día incluye traslado de ida y vuelta desde tu hotel en Campeche, todas las entradas al sitio arqueológico de Calakmul y a la reserva, un guía local de habla inglesa durante todo el recorrido, agua embotellada para la caminata y un picnic sencillo servido en plena selva antes de regresar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?