Navega por Cabo San Lucas en un barco con fondo de cristal con guía local, observa lobos marinos y peces tropicales cerca de El Arco, pisa Playa del Amor si el mar lo permite, y termina tu día en Land’s End explorando sabores y sonidos del centro. Momentos auténticos — viento salado, risas con extraños — que quedan para siempre.
Subimos al barco con fondo de cristal justo en la marina de Cabo San Lucas — el aire olía a bloqueador solar y aceite de motor, mientras pelícanos peleaban por restos de pescado cerca. Nuestro guía, Martín, repartió chalecos salvavidas y sonrió cuando pregunté si el agua siempre era tan azul (“Solo en los días buenos”, dijo). Al alejarnos, señaló la Roca del Pelícano, donde estos mismos pájaros tomaban el sol sin prestarnos atención. El barco tenía pequeñas ventanas en el piso — no voy a mentir, pasé casi todo el paseo mirando los destellos amarillos y azules de los peces que nadaban debajo. Alguien vio una mantarraya, pero yo la perdí porque estaba intentando fotografiar a un lobo marino que ladraba frente a su reflejo en el casco.
Acercarnos a El Arco — el famoso Arco de Cabo San Lucas — fue casi mágico. Es más grande de lo que parece en las fotos, con bordes irregulares y olas golpeándolo sin parar. Martín nos contó que los locales lo llaman “el fin del mundo”. Había un viento salado que se pegaba en los labios, y por un momento todo quedó en silencio salvo las gaviotas chillando arriba. Si buscas una excursión clásica en Cabo San Lucas o quieres vivir Land’s End de verdad, esto es justo eso. Dimos la vuelta para que todos pudieran tomar su foto (alguien perdió sus gafas de sol — para siempre), y luego nos dirigimos a Playa del Amor. La arena es suave pero arenosa; me entró un poco en el zapato y la encontré horas después.
Si la marea te deja bajar en Playa del Divorcio también (como nos pasó a nosotros), sentirás lo salvaje que es el lado del Pacífico comparado con la bahía tranquila. El rocío casi pica la cara si te acercas mucho — no me quejo, me despertó después de tantos tacos anoche. Una pareja de Guadalajara compartió mango con chile mientras veíamos las olas romper en la Ventana al Pacífico. Honestamente, no esperaba reír tanto solo sentados en las rocas con desconocidos.
La excursión terminó en el centro de Cabo San Lucas, donde Martín nos recomendó su taquería favorita (olvidé el nombre, pero tenía sillas verdes de plástico). Paseamos entre puestos de souvenirs que olían a aceite de coco y elote asado antes de regresar. A veces todavía recuerdo ese aire salado junto a El Arco — ya sabes, hay lugares que se quedan contigo.
El tour suele durar medio día, incluyendo tiempo en el agua y libre en el centro.
Sí, la recogida en hotel está incluida para tu comodidad.
Si las condiciones del mar lo permiten, podrás desembarcar para explorar Playa del Amor.
Podrás ver lobos marinos, peces tropicales, mantarrayas y pelícanos en el recorrido.
Sí, después de visitar Land’s End tendrás tiempo para comprar o comer en el centro.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o corazón.
Los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados de un adulto; los bebés van en brazos.
Bloqueador solar, gorra, cámara o móvil con correa, sandalias o zapatos para agua son útiles.
Tu día incluye recogida en hotel en Los Cabos, todos los paseos en barco (con fondo de cristal), paradas guiadas en El Arco y playas cercanas si el clima lo permite, además de tiempo libre para recorrer el centro de Cabo San Lucas antes de regresar a tu ritmo.
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