Vive la magia de la Laguna de los 7 Colores en Bacalar, nada en cenotes, recorre el Canal de los Piratas, disfruta piña miel fresca y comparte risas con tu guía durante un almuerzo auténtico. Esta excursión desde Costa Maya incluye transporte ida y vuelta, bebidas, acceso a un club de playa privado y recuerdos que te quedarán para siempre.
Lo primero que me llamó la atención no fue ni siquiera el agua, sino la sonrisa de nuestra guía, Luisa, cuando doblamos la última curva antes de llegar a la Laguna de Bacalar. Solo señaló y dijo: “Espera a verla de cerca.” Claro, había visto fotos de la Laguna de los 7 Colores antes, pero nada te prepara para esos azules en persona. No es un solo color; parece que alguien derramó siete tonos diferentes de pintura y los dejó mezclarse al sol. El aire estaba cálido pero sin humedad, y había un aroma suave a tierra, dulce y mineral a la vez, que venía de la orilla.
Empezamos en el Cenote Esmeralda. El agua estaba más fría de lo que esperaba, me cosquilleaban los dedos al meter los pies, y Luisa nos contó por qué se llama “Esmeralda.” Se rió cuando intenté pronunciar “cenote” bien (definitivamente no lo logré). La siguiente parada fue el Cenote Cocalitos. Había unas piedras raras por todos lados: stromatolitos, que son tan antiguos como cualquier ser vivo en la Tierra. Toqué una; se sentía áspera y un poco babosa, pero en el buen sentido, ¿cómo explicarlo? Unos niños locales chapoteaban cerca y lanzaban bromas en español, solo entendía cada tres palabras, pero igual me sacaban una sonrisa.
El Cenote Negro es más profundo de lo que parece desde arriba. No puedes ver el fondo, y eso me puso un poco nervioso por un momento (normalmente no me asusta el agua). El bote se quedó a la deriva un rato, solo el viento y algunos pájaros llamando desde los manglares. Luego fuimos al Canal de los Piratas. Luisa nos contó que hace siglos los piratas se colaban por ahí para robar madera. El canal es estrecho y poco profundo, con una arena tan blanca que casi te lastima la vista si la miras mucho tiempo. Paramos a nadar y a tomar una cerveza helada —nada supo mejor después de flotar bajo ese cielo.
Todavía recuerdo la piña miel que Luisa cortó en el muelle del club de playa, el jugo dulce y pegajoso bajando por mi muñeca mientras todos descansaban medio mojados y felices. El almuerzo fue sencillo: pollo a la parrilla con limón y unas tortillas con un toque ahumado de la leña. De regreso a Costa Maya, todos nos quedamos en silencio un rato, supongo que cada quien estaba reviviendo esos colores en la cabeza o simplemente cansados de sol, pero de esa manera buena que solo sientes después de nadar todo el día.
La excursión es de día completo e incluye transporte ida y vuelta entre Costa Maya y Bacalar.
Sí, durante la visita a Bacalar se ofrece un almuerzo con comida mexicana auténtica.
Recibirás agua embotellada, refrescos y bebidas alcohólicas como cerveza.
Visitarás el Cenote Esmeralda, el Cenote Cocalitos (con stromatolitos) y el Cenote Negro.
Sí, el transporte ida y vuelta desde el puerto de Costa Maya hasta Bacalar está incluido.
Sí; se permiten cochecitos y hay asientos especiales para bebés si es necesario.
Es el lugar por donde piratas entraban a Bacalar para robar madera; hoy es ideal para nadar y escuchar historias históricas.
Sí; hay varias paradas para nadar en cenotes y playas de arena a lo largo de la Laguna de Bacalar.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde el puerto de Costa Maya a la Laguna de Bacalar con seguro incluido; entrada a tres cenotes únicos y tiempo en un club de playa privado; agua embotellada, refrescos o cerveza durante el recorrido; snacks frescos como piña miel preparada por tu guía; un almuerzo mexicano auténtico; y mucho tiempo para nadar o simplemente flotar bajo esos cielos azules antes de regresar a tiempo para la salida de tu barco.
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