Verás ballenas jorobadas de cerca en Bahía de Banderas mientras disfrutas guacamole y margaritas del bar libre. Nada o flota después del ceviche, conversa con guías que conocen a cada ballena por su nombre y ríe con desconocidos mientras los delfines corren a tu lado. No es solo tachar casillas, es vivir momentos que recordarás siempre.
¿Te has preguntado cómo se siente ver la cola de una ballena justo a metros de tu barco? Así comenzó nuestro día en Bahía de Banderas: sin un plan, solo con esperanza y esa emoción rara que te da cuando te sirven café antes de las 9 am y el aire ya huele a mar. La tripulación bromeaba en español (alcancé a entender la mitad), y nuestra guía, Ana, señaló unas pequeñas nubes blancas a lo lejos — “Eso es su aliento”, dijo. Me costó un buen rato hasta que lo vi con mis propios ojos. No voy a mentir, no esperaba que me latiera el corazón así por un simple chapuzón.
Todo fue a la vez lento y de repente. Un momento estábamos comiendo guacamole con totopos de maíz azul (de verdad saben diferente), y al siguiente todos se asomaban al borde susurrando “¡ahí!” cuando una ballena jorobada salió justo a nuestro lado. Se hizo un silencio — salvo por el teléfono que se cayó al piso — y luego todos nos reímos al mismo tiempo. Ana nos contó que las ballenas vienen aquí cada invierno a reproducirse; sabía todos esos datos pero los contaba como si fueran historias que le contó su abuela. También vimos delfines que jugaban en la estela, y un niño intentaba ponerles nombre a todos.
Después de comer (ceviche tan fresco que aún sabía a limón y mar) me animé a hacer snorkel, pero la verdad pasé más tiempo flotando en uno de esos colchones de agua, viendo pelícanos zambullirse cerca. El sol se escondía y aparecía entre las nubes, a veces calentando la cara y otras haciendo que se te enfríe un poco hasta que alguien te pasaba otra margarita del bar libre. En un momento pensé en lo tranquilo que se sentía todo allá afuera — solo el sonido del mar y risas lejanas de los toboganes en la parte trasera del barco. Así que sí, si estás pensando en un tour de avistamiento de ballenas en Puerto Vallarta, este no es solo sobre ballenas. Es pelo alborotado, dedos pegajosos de totopos, charlas con locales, ese tipo de cosas.
La temporada de ballenas jorobadas en Bahía de Banderas va de diciembre a abril.
Sí, al abordar te sirven pan dulce y fruta; después hay guacamole fresco con totopos de maíz azul y ceviche mexicano auténtico hecho con pescado local.
Sí, hay bar libre premium con margaritas, cerveza, vino, tequila, piña coladas, además de café, jugos y refrescos.
Sí, durante el tiempo libre en el barco hay equipo para snorkel, toboganes, tablas de paddle y colchones flotantes.
Debes elegir el punto de encuentro al reservar; te ofrecen opciones durante la reserva.
Sí, hay opciones vegetarianas, veganas y sin gluten si las pides al hacer la reserva.
Sí, es para todas las edades, aunque los bebés deben ir en el regazo de un adulto por seguridad.
Un guía local experto lidera el tour y comparte datos sobre las ballenas y la vida marina durante todo el recorrido.
Tu día comienza con pan dulce y fruta al abordar el yate en Puerto Vallarta; después disfrutarás guacamole fresco con totopos de maíz azul y ceviche mexicano auténtico preparado a bordo con pescado local. Hay bar libre premium con margaritas, cerveza, vino y refrescos todo el día. Las actividades acuáticas incluyen equipo para snorkel, tablas de paddle, toboganes y colchones flotantes — todo supervisado por el personal para que sea seguro y divertido. Un guía local experto te acompaña en la aventura de avistamiento de ballenas por Bahía de Banderas antes de regresar a tierra.
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