Sumérgete en la vida bereber viajando desde Marrakech al Valle de Ourika con un guía local. Recorre mercados llenos de vida, prueba aceite de argán fresco, camina hasta cascadas escondidas y comparte un almuerzo junto al río. Un día que te quedará grabado mucho después de dejar Marruecos.
¿Te has preguntado alguna vez cómo sabe realmente el té de menta cuando lo tomas en la cocina de una familia bereber, y no en el típico buffet de hotel? Así empezó nuestro día: saliendo de Marrakech antes de que la ciudad terminara de despertar, con el aire ya impregnado de polvo y eucalipto. Nuestro conductor, Youssef, señalaba detalles que yo jamás habría notado: niños saludando camino al colegio, mujeres con cestas en la cabeza (intenté no quedarme mirando). La carretera se enroscaba hacia las Montañas del Atlas y de repente todo se volvió más tranquilo y frío — no había llevado ropa suficiente, típico de mí.
La primera parada fue un mercado bereber — solo abre los lunes y viernes, así que tuvimos suerte. El ambiente es ruidoso pero lleno de vida: gallinas cacareando, alguien regateando por naranjas, especias por todas partes. Intenté decir “gracias” en tamazight; nuestro guía Li se rió y me corrigió (seguro que lo dije fatal). Luego visitamos una cooperativa de aceite de argán dirigida por mujeres locales. El olor dentro era cálido y a nuez — nos mostraron cómo muelen las semillas a mano. Horas después, mis manos seguían oliendo a argán.
La caminata hasta las siete cascadas fue más empinada de lo que esperaba (mis zapatos no estaban preparados), pero Li fue despacio con nosotros. Hay un momento en que giras una curva y de repente escuchas el agua golpeando las rocas abajo — más fuerte de lo que imaginas para un valle tan estrecho. Paramos en una piedra plana para recuperar el aliento; recuerdo quedarme mirando el verde que contrastaba con la tierra roja. Después llegó el almuerzo — un tagine junto al río, con los pies colgando sobre el agua fría. A veces pienso en esa vista cuando estoy en casa comiendo noodles instantáneos.
El trayecto desde Marrakech al Valle de Ourika suele durar alrededor de una hora por trayecto.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Se ofrecen comidas vegetarianas si se solicitan al hacer la reserva.
La experiencia es apta para familias con niños y se ofrecen asientos especiales para bebés si es necesario.
No se requiere equipo especial; se recomienda calzado cómodo para caminar durante la ruta guiada.
Los mercados bereberes están abiertos los lunes y viernes.
Un guía local multilingüe acompañará al grupo durante toda la excursión.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Marrakech, transporte en vehículo con aire acondicionado y conductor-guía, caminata guiada por las siete cascadas de las Montañas del Atlas con un guía local, visitas a pueblos y mercados bereberes (lunes o viernes), introducción a la producción tradicional de aceite de argán en una cooperativa de mujeres, y un almuerzo tradicional junto al río o en una terraza panorámica antes de regresar por la tarde.
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