Esta es tu oportunidad de conocer pueblos bereberes, compartir un té con los locales, ver cómo se hace el aceite de argán a mano y caminar hasta las cascadas de Setti Fatma, todo en una excursión privada desde Marrakech con guía y conductor propios. Vive la auténtica vida de montaña a un paso de la ciudad en una experiencia inolvidable.
“Mira, ahí es donde se divide el río,” dijo nuestro conductor mientras serpenteábamos entre olivares a las afueras de Marrakech. La ciudad quedó atrás rápido, dando paso al aroma intenso de hierbas silvestres y a casas de barro rojo escondidas entre colinas verdes. Paramos en un pequeño pueblo bereber: los niños saludaban desde los tejados y nuestro guía nos llevó a una casa familiar para tomar té de menta. Las paredes estaban frescas al tacto y se escuchaban gallinas cacareando en el patio trasero.
La carretera seguía el curso del río Ourika, que brillaba bajo el sol de la mañana. Nos detuvimos en una cooperativa de mujeres donde locales prensaban a mano las nueces de argán; el aire tenía un suave olor a frutos secos y una mujer se rió cuando intenté moler las semillas yo mismo (es más difícil de lo que parece). Nos mostraron cómo elaboran aceites y cremas justo ahí; todo se sentía auténtico y sencillo.
Al mediodía llegamos a Setti Fatma. El lugar estaba lleno de locales haciendo picnic junto al agua, descalzos, con los pies en el arroyo helado. Nuestro guía de montaña señaló los senderos estrechos hacia las cascadas: piedras resbaladizas bajo los pies, gotas de agua en la cara, risas y gritos de niños saltando entre las rocas. El almuerzo fue libre; algunos comieron antes de la caminata, otros después. De regreso a Marrakech en nuestro coche con aire acondicionado, vi pasar pueblos polvorientos y me di cuenta de lo cerca que está todo de la ciudad, aunque pareciera un mundo aparte.
No, el almuerzo no está incluido; puedes llevar tu propia comida o comprar algo en los cafés cerca de Setti Fatma después de la caminata.
La ruta tiene algunos tramos con escalones irregulares y piedras resbaladizas, pero la mayoría de personas con condición física media pueden hacerla. Un guía local te acompañará durante todo el camino.
Sí, paramos varias veces en miradores panorámicos y en pueblos bereberes para tomar fotos y descansar.
Sí, el transporte es apto para cochecitos y hay asientos para bebés si avisas con anticipación. Sin embargo, algunas partes del camino a las cascadas pueden ser complicadas con cochecito.
Tu experiencia incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y combustible cubierto, además de un guía local experto que te llevará por los pueblos y hasta las cascadas. Si necesitas WiFi, solo pídeselo al conductor y te lo facilitará. También hay asientos para bebés disponibles si los solicitas antes para que todos viajen cómodos.
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