Esta es tu oportunidad para visitar casas bereberes cerca de Marrakech, ver cómo las mujeres elaboran el aceite de argán, hacer una caminata guiada hasta cascadas escondidas en el Valle de Ourika y disfrutar de un almuerzo junto al río. Vive la auténtica vida rural y paisajes de montaña en una excursión fácil de un día que te aleja del ruido de la ciudad.
“Prueba esto,” me dijo nuestra anfitriona, ofreciéndome un trozo de pan recién hecho en su casa bereber a las afueras de Marrakech. La mañana estaba fresca, con rayos de sol colándose por la ventana y el aroma del té de menta flotando en el aire. Apenas habíamos salido de la ciudad hacía una hora, pero ya parecía otro mundo: tranquilo, solo roto por el sonido lejano de campanas de cabras y las suaves charlas de nuestros anfitriones.
El camino hacia el Valle de Ourika serpenteaba entre pequeñas aldeas donde los niños saludaban al minibús y los hombres se reunían en los cafés tomando café. Hicimos una parada en una cooperativa de mujeres argán; dentro, las vi moler las nueces a mano, sus risas se mezclaban con el aroma terroso del aceite y las hierbas. Nuestro guía nos explicó cómo preparan estos tónicos naturales y remedios tradicionales, algunos para dar energía, otros para cuidar la piel o la salud.
Al mediodía llegamos a Sitti Fatma. El valle vibraba con el canto de los pájaros y el sonido del agua cayendo sobre las rocas. Un guía local nos llevó hacia las siete cascadas, a veces trepando entre piedras, otras pausando para recuperar el aliento o sacar fotos. La comida fue un descanso bienvenido: mesas junto al río, con los pies colgando sobre el agua fresca mientras los tagines cocinaban cerca. Era difícil no quedarse más tiempo bajo la sombra de los árboles.
El regreso a Marrakech fue tranquilo. Algunos se quedaron dormidos; otros miraban atentos buscando camellos al borde del camino o pedían parar para una última foto antes de volver a la vida urbana. Después de solo un día, sentí que había descubierto el lado más tranquilo de Marruecos que muchos visitantes no conocen.
La excursión dura unas 8-9 horas, incluyendo el traslado desde Marrakech y todas las paradas en el camino.
No, el almuerzo no está incluido, pero tendrás tiempo para pedir comida en los cafés junto al río en el Valle de Ourika.
El vehículo y las zonas principales son accesibles para sillas de ruedas, pero la caminata a las siete cascadas incluye senderos irregulares que pueden ser difíciles para algunos visitantes.
Sí, las familias son bienvenidas. Los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte; solo avisa a tu guía si necesitas ayuda extra en el camino.
Tu experiencia incluye transporte en minibús con aire acondicionado desde Marrakech y la compañía de guías locales que conocen cada rincón de estos valles. Visitarás una casa bereber y harás una parada en una cooperativa de mujeres argán. Cuando llegue el momento de explorar las cascadas de Sitti Fatma o relajarte junto al río para almorzar, tu guía estará siempre cerca para ayudarte o resolver dudas.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?