Camina desde Imlil hasta la cima del Monte Toubkal con un guía local, compartiendo té de menta al amanecer y relatos en senderos rocosos. Prepárate para madrugar, comidas sencillas en el campamento y vistas que van desde Marrakech hasta el Sahara—una excursión para recordar mucho después de limpiar tus botas.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente el amanecer a 4.000 metros? Yo tampoco, hasta que nuestro grupo salió de Imlil en la oscuridad, con las botas crujiendo sobre la grava y el aire tan fino que casi silbaba en mi nariz. Nuestro guía, Hassan, repartió té de menta dulce antes de empezar la subida—decía que ayuda con la altura. Quizá era solo un consuelo. El camino hacia el campamento base del Toubkal es rocoso y a veces se huele el aroma a ovejas o a leña que baja de los pequeños pueblos aferrados a las laderas. Paramos a comer naranjas y nueces bajo un cielo que parecía demasiado grande para un solo país.
La mañana siguiente fue pura luz de frontales y pasos silenciosos—nadie habla mucho a las 5 am, salvo Hassan, que repetía “despacio, despacio” en francés y árabe. La pedrera cerca de la cima es suelta; cada paso resbala un poco hacia atrás, algo que te humilla de forma extraña. En un momento pensé en dar la vuelta, pero alguien detrás empezó a tararear una vieja canción bereber (o tal vez solo eran nervios). Cuando por fin llegamos a la cima del Monte Toubkal, el viento golpeaba fuerte y helado—las manos me dolían aunque llevaba guantes—pero podías ver todo: Marrakech a lo lejos, parches de nieve fundiéndose en valles marrones, el Sahara como una bruma en el horizonte. No es una vista bonita exactamente—es cruda y salvaje. Aún recuerdo ese silencio allá arriba.
Bajar fue casi más difícil que subir—las rodillas temblaban, las piernas parecían gelatina—pero el almuerzo en el campamento supo a victoria (o tal vez a alivio). Hay algo en comer pan y aceitunas después de diez horas caminando que te hace valorar lo simple. Bromeamos sobre las quemaduras de sol y tratamos de recordar todas las cumbres que Hassan nos señaló antes (ya olvidé la mayoría). El regreso a Marrakech fue como un sueño; el polvo girando afuera mientras todos dormíamos en los asientos. Así que sí—si estás pensando en una excursión al Toubkal desde Marrakech o quieres probar esta ruta con un guía local, ten en cuenta que no se trata de conquistar una montaña, sino de dejar que te cambie el ritmo por un rato.
La subida desde el campamento base hasta la cima del Toubkal dura entre 4 y 5 horas, más el tiempo para bajar; en total, caminarás entre 9 y 10 horas en un día.
Sí, el transporte de ida y vuelta desde Marrakech está incluido en este tour.
No se requieren habilidades técnicas de escalada, pero sí buena forma física por la altitud y duración.
El tour incluye comidas (cena y desayuno), alojamiento en el campamento base, guía de montaña y transporte desde Marrakech.
Este trekking no se recomienda para personas con problemas de columna, enfermedades cardiovasculares o mujeres embarazadas.
Se pasa la noche en el campamento base del Toubkal antes de intentar la cima temprano al día siguiente.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de inicio en Imlil.
Tu viaje incluye transporte de ida y vuelta desde Marrakech, todas las comidas (desayuno y cena), alojamiento en el campamento base del Toubkal y guía local experto durante toda la ruta.
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