Recorre la medina de Marrakech con un guía local que comparte historias reales en cada rincón. Explora los azulejos del Palacio de la Bahia, los silenciosos pasillos de la Madrasa Ben Youssef, piérdete en los zocos llenos de vida y disfruta un té en Djemaa el-Fna — momentos que recordarás mucho después de dejar Marruecos.
“¿Ves este dibujo?” nos preguntó Youssef, nuestro guía, mientras pasaba la mano por los azulejos zellige del Palacio de la Bahia. Nunca me había fijado en cómo la luz del sol se cuela entre esas viejas rejas de hierro, formando pequeños mosaicos en el suelo — como si el palacio respirara con la mañana. El aire olía a azahar y polvo. Intenté repetir el nombre árabe de una de las salas y lo dije fatal; Youssef solo sonrió y dijo que tenía “lengua de turista”. Justo.
Recorrimos callejones estrechos de la medina de Marrakech, esquivando carros y motos (casi me atropella un tipo que llevaba pan en la cabeza). El zoco era un caos maravilloso — especias por todos lados, bolsos de cuero colgando como fruta, alguien asando frutos secos cerca. En la Madrasa Ben Youssef, Youssef nos contó cómo los estudiantes memorizaban versos hace siglos. El lugar estaba en silencio a pesar de los turistas; casi podías escuchar ecos si te quedabas quieto. Apoyé la palma en un pilar de cedro tallado — frío y liso, más antiguo que cualquier edificio de mi ciudad.
La plaza Djemaa el-Fna era un torbellino en el mejor sentido: encantadores de serpientes, vendedores de zumos gritando precios, locales riéndose de algo que no entendimos. Paramos a tomar un té de menta (tan dulce que me dolieron los dientes) y vimos cómo todo giraba a nuestro alrededor. No esperaba sentirme tan pequeño y a la vez tan bienvenido aquí. La excursión por la medina de Marrakech fue menos una lista de lugares y más como descubrir un secreto — o ver cómo vive la gente detrás de esos muros rojos.
No, pero ofrecemos servicio puerta a puerta para tu comodidad.
El tour incluye guía profesional; las entradas pueden tener un coste adicional.
Sí, todas las zonas son accesibles para sillas de ruedas y se permiten cochecitos.
Las distancias son cortas; la mayoría de los sitios están dentro de la medina.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito o en brazos de un adulto.
El guía oficial habla inglés (y probablemente francés y árabe).
Sí, ambos lugares están incluidos en el itinerario estándar.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la medina.
Tu día incluye un guía local oficial durante todo el paseo por la medina de Marrakech; servicio puerta a puerta disponible si lo necesitas; visitas a los principales sitios como el Palacio de la Bahia y la Madrasa Ben Youssef; bebés y animales de servicio son bienvenidos; todas las rutas son accesibles para sillas de ruedas y cochecitos.
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