Vuela en globo al amanecer sobre Marrakech, contempla la luz bañando el Atlas, disfruta un desayuno bereber recién hecho en una jaima y recorre palmerales en camello. Con guías locales y recogida en hotel, esta excursión te conecta con el despertar de Marruecos y te deja mucho más que fotos.
“Agárrate fuerte,” sonrió nuestro piloto, pero la verdad es que yo estaba demasiado distraído mirando cómo el sol rompía sobre las montañas del Atlas, justo fuera de Marrakech. La cesta del globo crujía un poco (nada aterrador, solo… auténtico), y en el aire flotaba el aroma del café que venía de algún lugar abajo — o quizás solo era mi imaginación. Apenas habíamos dormido, pero flotar ahí arriba mientras la ciudad se hacía pequeña era como despertar dentro del sueño de otro. Nuestro guía, Youssef, señalaba pequeños pueblos escondidos entre las colinas; él creció cerca y bromeaba diciendo que su abuela todavía cree que volar es “solo para pájaros o locos”. Supongo que éramos ambas cosas.
El aterrizaje fue más suave de lo que esperaba — solo un pequeño golpe y luego la arena bajo los pies. Allí nos esperaba una jaima, con mesas bajas llenas de pan aún tibio, miel tan espesa que se pegaba a los dedos y té de menta servido alto para que hiciera espuma. El desayuno bereber era sencillo pero perfecto después del vuelo. Intenté pedir más msemen en mi francés torpe; uno de los cocineros se rió y me dio otro trozo de todas formas. ¿Sabes cuando la comida sabe exactamente al lugar donde estás? Así fue.
Después del desayuno, montamos en camellos entre palmerales cerca del lugar donde aterrizamos. Mi camello no paraba de girar la cabeza para mirarme — quizás evaluando mis habilidades de jinete (o la falta de ellas). El silencio me sorprendió; solo el viento entre las palmas y la radio de alguien sonando a lo lejos. Al final nos dieron un certificado — un poco cursi, pero guardé el mío en la mochila igual. En el camino de regreso a Marrakech no dejaba de recordar ese primer instante al despegar — es difícil de explicar, pero se queda contigo.
El vuelo dura aproximadamente 45 minutos.
Sí, el servicio de recogida y regreso al hotel está incluido.
Se ofrece un desayuno bereber recién preparado en una jaima.
Sí, después del desayuno hay un paseo en camello por un desierto con palmerales.
Los bebés y niños pequeños pueden participar si usan carrito; no se permiten menores de 3 años.
Incluye café, té, zumo de naranja natural, agua embotellada y refrescos.
Se entrega un certificado de vuelo como recuerdo al finalizar.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Marrakech, café o té antes del despegue, unos 45 minutos sobrevolando el Atlas en globo con refrescos al aterrizar, un desayuno bereber recién hecho en una jaima del desierto, agua embotellada durante toda la experiencia, paseo en camello por palmerales cercanos y un certificado de vuelo como recuerdo antes de volver a la ciudad.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?