Recorre los sinuosos souks de Marrakech con un guía local que conoce todos los atajos y talleres secretos. Observa a los artesanos en acción, prueba técnicas tradicionales y descubre tesoros que solo aquí encontrarás: desde babuchas hechas a mano hasta alfombras bereberes tejidas frente a ti.
Al adentrarme en el laberinto de la medina antigua de Marrakech, sentí cómo el aire cambiaba: especias y madera de cedro se mezclaban con el ruido de scooters y conversaciones. Nuestro guía, Youssef, nos llevó por callejones escondidos, donde herreros martillaban faroles. Las chispas volaban a pocos centímetros de mis pies. Se podía oler el metal enfriándose, con un aroma intenso y terroso. Nos detuvimos a ver a un hombre moldear bronce en una lámpara detallada; me guiñó un ojo cuando me sorprendió observándolo.
Más adelante, nos refugiamos bajo un toldo desgastado donde curtidores exhibían filas de babuchas en todos los colores imaginables, algunas con campanillas cosidas. El aroma aquí era distinto: cuero mezclado con algo dulce, quizás azahar de un puesto cercano. Youssef nos explicó que cada par está cosido a mano, y probé unas babuchas amarillas tan suaves que parecían hechas para mí.
Caminamos entre montones de cajas de madera de nogal y paramos en un taller lleno de incrustaciones de ébano tallado y nácar. El artesano nos dejó tocar las superficies lisas; mis dedos recogieron restos de serrín y cera. En otro rincón, un joyero mayor nos mostró collares de plata bereber adornados con coral y ámbar. Nos contó que cada tribu tiene sus propios diseños; nunca imaginé que las joyas pudieran contar historias así.
¿Lo mejor? Una cooperativa femenina escondida tras una puerta azul. Dentro, mujeres bereberes tejían alfombras a mano en telares. Una me invitó a intentar hacer un nudo; mis dedos se enredaron, pero ella se rió y me enseñó de nuevo. El ritmo de su trabajo era casi hipnótico, y se escuchaba un canto suave mientras tejían. Ver la paciencia que requiere cada alfombra es realmente conmovedor.
¡Claro! Los souks son animados pero seguros, y los guías se aseguran de que todos estén juntos. A los niños les encanta ver a los artesanos trabajar o probarse las babuchas coloridas.
Sí, tu guía organiza la entrega gratuita a tu hotel o riad de todo lo que compres, además de envío gratis para alfombras directamente a tu domicilio.
El recorrido dura unas 4 horas a un ritmo tranquilo, con varias paradas para tomar té o hacer compras. La mayoría del terreno es plano y accesible, incluso para sillas de ruedas o carritos de bebé.
Tu experiencia incluye agua embotellada, pausas con té de menta marroquí, un guía local en inglés que conoce los mejores lugares (y precios justos), además de entrega gratuita de tus compras en hotel o riad y envío gratis para alfombras si te enamoras de alguna.
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