Sumérgete en un rincón tranquilo de Marrakech para aprender caligrafía islámica con un maestro local. Practica técnicas antiguas, disfruta té de menta con dulces frescos y llévate a casa tu propia pieza escrita a mano junto a un regalo especial, un recuerdo inesperado que perdura.
Lo primero que noté fue el silencio dentro del Museo de Marrakech: el fresco del suelo de piedra y ese leve aroma a papel antiguo y tinta. Nuestro profesor de caligrafía, Youssef, me sonrió mientras me entregaba una caña para escribir. “Sujétala así”, me dijo, mostrándome cómo enrollaba los dedos alrededor. Al principio mis trazos salían temblorosos (él solo sonreía), pero había algo relajante en el sonido rasposo sobre el papel grueso. La luz del sol entraba por esas ventanas altas y atrapaba motas de polvo en el aire; no podía evitar distraerme viéndolas flotar.
No esperaba reír tanto en un taller de caligrafía islámica en Marrakech. Youssef nos contó historias de su abuelo enseñándole los mismos trazos del alfabeto que estábamos intentando. Sirvió té de menta para todos y pasó unas galletas marroquíes dulces y quebradizas; de verdad, terminé con azúcar glas en la manga. Hubo un momento en que por fin escribí una letra bien y él asintió en silencio; me sentí orgulloso por algo tan pequeño.
También vimos manuscritos auténticos—páginas más antiguas que cualquiera de nosotros—con detalles en oro que parecían cobrar vida con la luz de la tarde. Al final, Youssef ató nuestras hojas de práctica con un cordel y nos regaló a cada uno un pequeño tintero. Salir de nuevo al bullicio de Marrakech después de tanta concentración fue raro. A veces, cuando veo mi tintero en casa, recuerdo esa calma de esas dos horas, como si el tiempo se hubiera detenido por un momento.
Sí, está pensado para todos los niveles, incluso si nunca has probado la caligrafía.
Incluye todo el material necesario, no tienes que traer nada.
Durante la sesión te servirán café o té junto con dulces tradicionales marroquíes.
El taller se lleva a cabo en el Museo de Marrakech o muy cerca de él.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
Pueden asistir bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y hay asientos para bebés disponibles.
Sí, cada participante recibe un regalo único relacionado con la caligrafía y sus hojas de práctica.
El taller tiene una duración aproximada de dos horas.
Tu experiencia incluye todo el material de caligrafía, la guía de un maestro local, café o té con dulces marroquíes durante la sesión y un regalo especial para llevar a casa al terminar en el barrio de museos de Marrakech.
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