Prepárate para cruzar el Alto Atlas marroquí, explorar kasbahs milenarias como Ait Ben Haddou, montar en camello al atardecer en Merzouga y dormir bajo un cielo estrellado infinito. Este tour combina encuentros auténticos con la naturaleza y momentos de paz—ideal para quienes buscan aventura real con comodidad.
“¿Eso es nieve allá arriba?” preguntó alguien mientras salíamos de Marrakech, y efectivamente, las cumbres del Alto Atlas aún tenían un toque de nieve, incluso en primavera. Nuestro conductor nos contó historias sobre la vida bereber mientras cruzábamos pequeños pueblos aferrados a las laderas. Al mediodía, caminábamos por los estrechos senderos de Ait Ben Haddou, con el sol reflejándose en los antiguos muros de barro y niños jugando al fútbol a la sombra. El almuerzo fue un tajine cocinado a fuego lento en una terraza, con el vapor elevándose en el aire seco y vistas al viejo ksar y su valle lleno de palmeras.
La mañana siguiente empezó temprano; antes de que sirvieran el desayuno en el Valle del Dades, ya se oían los gallos a lo lejos. La garganta de Tinghir estaba más fresca de lo que esperaba, con agua corriendo entre acantilados y familias nómadas cuidando cabras cerca. Nuestro guía nos presentó a un pastor que nos mostró su hogar en una cueva—se rió cuando intentamos pronunciar “Todgha” correctamente. Más tarde, al llegar a Merzouga, la arena se sentía cálida bajo los pies y los camellos esperaban tranquilos. El atardecer tiñó todo de dorado mientras nuestra pequeña caravana se adentraba en las dunas.
Las noches en el Sahara son únicas—silencio salvo por tambores alrededor de la hoguera y risas entre viajeros. La cena bajo un cielo lleno de estrellas supo aún mejor después de un día largo. Cerca de la medianoche, algunos subimos una duna solo para ver las estrellas fugaces; es cierto lo que dicen del silencio del desierto—es casi ensordecedor. La última mañana llegó rápido, pero hubo tiempo para un último té de menta antes de regresar a Marrakech pasando por los estudios de cine de Ouarzazate y las serpenteantes carreteras de montaña.
Sí, las familias son bienvenidas—los niños pueden montar camellos o viajar en cochecito si es necesario. El ritmo es tranquilo y el alojamiento cómodo.
Incluye las comidas principales como la cena en el campamento y algunos almuerzos; disfrutarás platos tradicionales marroquíes como el tajine durante el recorrido.
El tour es accesible para sillas de ruedas, incluyendo el transporte y la mayoría de las paradas en el camino.
Lleva ropa de capas para las noches frescas, protector solar para el día, calzado cómodo para caminar en la arena y una cámara—¡querrás capturar esos atardeceres!
Tu viaje incluye transporte ida y vuelta desde Marrakech en vehículo accesible, dos noches de alojamiento (una en hotel en el Valle del Dades o Boumalne Dades según disponibilidad y otra en campamento en el desierto de Merzouga), paseos en camello al atardecer y amanecer, todas las comidas principales durante la estancia—incluyendo ese inolvidable tajine en la terraza—y la guía de locales que conocen cada rincón de estas montañas y dunas.
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