En esta excursión de un día sentirás el ambiente relajado de la costa marroquí: visita el histórico puerto de Essaouira, descubre el arte local y disfruta de la brisa atlántica lejos del bullicio de la ciudad.
La carretera que sale de Marrakech siempre está llena a primera hora de la mañana, pero una vez que dejas atrás la ciudad, el paisaje se abre. Nuestro conductor nos habló de los árboles de argán, esos retorcidos que ves por todas partes, y hasta vimos algunas cabras encaramadas en sus ramas. El aire se sentía más fresco al acercarnos a la costa, y casi podías oler la sal antes de ver el mar.
La medina de Essaouira no es muy grande, pero es fácil perderse por sus callejuelas blancas y azules. Paseé por pequeñas galerías de arte escondidas tras puertas de madera y observé a los pescadores desenredando redes cerca de las antiguas murallas portuguesas. Nuestro guía señaló dónde se filmó una escena de Juego de Tronos; los locales todavía hablan de ello. La plaza principal estaba llena de gente tomando té de menta en el Café de France y niños persiguiendo palomas alrededor de la fuente. Si te gusta el marisco, hay puestos asando sardinas frescas junto al agua; no pude resistirme a probar una.
Normalmente se tarda unas 2,5 horas en cada sentido en minibús, dependiendo del tráfico y las paradas en el camino.
Tendrás tiempo libre en Essaouira para explorar o relajarte en la playa si quieres; solo lleva una toalla si planeas nadar.
No incluye comidas, pero hay muchos cafés locales y puestos de mariscos donde puedes almorzar.
Tu transporte incluye recogida y regreso al hotel en Marrakech, combustible, todos los impuestos y tasas, además de un conductor profesional y amable que conoce bien la zona. Sin costes ocultos, solo lleva algo de efectivo para snacks o recuerdos.
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