Recorre el desierto de Agafay en camello mientras el atardecer pinta el cielo sobre el Atlas, luego comparte un té de menta y una cena marroquí tradicional bajo las linternas del campamento. Con recogida en hotel y guía local, esta experiencia combina aventura y paz, además de sabores que recordarás.
Confieso que al principio me daba un poco de miedo lo del camello. Son más altos de lo que imaginas cuando estás cerca — y cuando nuestro guía, Youssef, sonrió y dijo “No te preocupes, es dócil”, solo pude confiar en él. El aire en el desierto de Agafay se sentía más fresco que el calor de Marrakech, algo polvoriento pero limpio, con un leve aroma a menta que venía del té de alguien en el campamento cercano. Subimos a los camellos (el mío se llamaba Zina) justo cuando el sol empezaba a esconderse tras las montañas del Atlas. No esperaba que fuera tan silencioso — solo el suave paso de los cascos y Youssef tarareando algo que parecía una antigua canción bereber.
Ver cómo cambiaban los colores del cielo sobre el desierto de Agafay es algo que aún recuerdo. No eran esos rojos intensos de las fotos turísticas — más bien un dorado que se desvanecía en azul, lento y suave. Había algunos viajeros más, pero casi parecía que teníamos kilómetros solo para nosotros. Al llegar al campamento, las linternas ya brillaban y me ofrecieron un dulce té de menta (intenté decir “shukran” — Youssef se rió de mi acento). La cena llegó en grandes platos de barro: tagine de cordero tan tierno que se deshacía con la cuchara, pan calentito para mojar en todo. Las especias saben diferente allí — quizás por el aire fresco o simplemente porque después del paseo tenía un hambre tremenda.
En algún momento del postre (rodajas de naranja espolvoreadas con canela), todos nos quedamos en silencio un rato. Solo se oía el viento rozando las tiendas y risas lejanas de otro grupo. Es curioso lo tranquilo que se siente, tan lejos del bullicio de Marrakech pero a solo una hora en coche. La vuelta fue somnolienta; miraba las luces de la ciudad encenderse por la ventana y pensaba en lo pequeño que parecía todo desde ese desierto. No sé si fue la comida o ese silencio especial que no encuentras en ningún otro lugar.
El tour dura aproximadamente 3 horas, comienza a las 18:00 y regresa sobre las 22:00.
Sí, el transporte desde y hacia tu hotel en Marrakech está incluido.
Se ofrece una cena marroquí gourmet de 3 platos en el campamento bajo las estrellas.
Sí, antes de la cena se realiza un paseo en camello por el desierto de Agafay.
Sí, los bebés pueden participar con cochecitos o sillas especiales para ellos.
Tu velada incluye recogida en tu hotel de Marrakech en vehículo con aire acondicionado, un paseo guiado en camello por el desierto de Agafay al caer el sol, y una cena tradicional marroquí de tres platos en el campamento antes de regresar a tu alojamiento esa misma noche.
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