Vive Casablanca en primera persona: entra en la Mezquita Hassan II, recorre callejones de la medina llenos de aromas, disfruta un café en Rick’s Café y comparte sonrisas con los locales en el Barrio Habous, todo con recogida fácil y un guía que hace cada historia única.
Manos saludando desde el asiento delantero: nuestro guía Youssef ya sonreía antes de que cerrara la puerta del coche. Nos preguntó si habíamos dormido bien (no, el jet lag es real) y nos entregó botellas de agua fría. La ciudad afuera parecía envuelta en una suave neblina matutina. Primera parada: la Mezquita Hassan II. Confieso que no esperaba sentirme tan atrapado por el sonido de las olas rompiendo justo contra el mármol. Youssef nos explicó cómo se abre el suelo para las oraciones durante el Ramadán; incluso lo imitó con las manos, lo que nos hizo reír a todos. El aire olía a sal y a algo floral que no pude identificar.
Después nos adentramos en la antigua medina de Casablanca, callejones estrechos donde los tenderos saludaban con un “bonjour” o “salaam” según quien pasara. Hubo un momento en que un niño pasó corriendo con una bandeja de té de menta equilibrada en la cabeza (aún me pregunto cómo lo logró). Las paredes estaban descoloridas por el sol y con desconchones, pero se veían capas de historias por todos lados. En la Plaza Mohamed V, las palomas volaron al cruzar para ver la fuente; Youssef señaló detalles Art Decó que yo habría pasado por alto.
La pausa para el café en Rick’s Café fue como entrar en un set de película, solo que la gente charlaba en francés y árabe sobre resultados de fútbol en vez de romances. El espresso fue lo suficientemente fuerte para despertarme de verdad. En la Corniche, la brisa marina despeinaba mi cabello mientras los locales paseaban comiendo cucuruchos de frutos secos tostados. Terminamos en el Barrio Habous, donde los panaderos nos ofrecieron panes redondos (intenté dar las gracias en árabe y Youssef se rió de mi pronunciación). Para entonces el sol estaba alto y todo se sentía más cálido y luminoso que al inicio.
El recorrido cubre los puntos clave de Casablanca en aproximadamente medio día.
Sí, incluye recogida y transporte con aire acondicionado.
No se especifican las entradas; consulta directamente con el proveedor.
Sí, todas las áreas y el transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Incluye café o té, generalmente en Rick’s Café.
El itinerario incluye Mezquita Hassan II, Medina Antigua, Corniche Ain Diab, Barrio Habous, Anfa, Maarif, Plaza Mohamed V, Catedral del Sagrado Corazón y Notre Dame de Lourdes.
Sí, es adecuado para todos los niveles físicos; se dispone de cochecitos y asientos para bebés.
Tu día incluye agua embotellada para refrescarte, WiFi a bordo por si lo necesitas (yo sí), un guía-conductor multilingüe que conoce todos los atajos de la ciudad, vehículo con aire acondicionado para mayor comodidad entre paradas, café o té en uno de los cafés clásicos de Casablanca y el pago del estacionamiento para que no tengas que preocuparte.
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