Abre una puerta tranquila en Valletta y de repente estarás en otro mundo: claustros llenos de historia, habitaciones sencillas donde vivían las monjas alejadas del ruido, y un jardín soleado lleno de árboles frutales (y una gata con carácter). Incluye entrada y audioguía para que explores a tu ritmo y sigas la curiosidad.
¿Conoces esa sensación de abrir una puerta y no estar seguro si deberías? Así me sentí al entrar en el Mysterium Fidei en Valletta. Afuera la ciudad vibraba con campanas y pasos, pero dentro el aire cambió — más fresco, impregnado de piedra antigua y algo que olía a cera de abejas. Podía escuchar mis propios zapatos sobre las losas, lo que me hizo sentir un poco raro por un momento. Nuestra guía nos entregó unos pequeños auriculares y sonrió, como si supiera que lo que íbamos a ver nos sorprendería.
No esperaba que las habitaciones de las monjas fueran tan austeras — camas diminutas, un lavabo, nada de adornos. Había una cocina que aún conservaba un leve aroma a humo de leña (o quizás era mi imaginación). También echamos un vistazo a la cripta, que me puso la piel de gallina; no es común ver el lugar donde alguien decidió vivir toda su vida y descansar después. Pero lo que más me encantó fue el jardín secreto detrás. Es increíble lo verde que está comparado con la piedra de Valletta. Gallinas picoteando, árboles cargados de limones, y Mimi, la gata, que se colaba entre nuestros pies como si fuera la dueña del lugar. Y seguro que lo es.
Había siete pozos repartidos por el jardín — la guía nos los señaló mientras nos explicaba cómo recogían el agua de lluvia de los tejados. Nos contó sobre la autosuficiencia como si fuera algo natural aquí, no una moda ecológica. Intenté imaginar a esas mujeres viviendo aquí durante décadas sin salir nunca. Se hizo un silencio mientras cada uno se perdía por rincones distintos; yo me senté bajo un naranjo y me dediqué a escuchar a los pájaros por un rato. Ese tipo de silencio no se encuentra a menudo en Valletta.
El Mysterium Fidei se encuentra dentro del Monasterio de Santa Catalina, en las calles St Christopher y Strait de Valletta.
Sí, la entrada incluye una audioguía gratuita para acompañarte durante la visita.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito durante toda la visita.
Sí, los animales de servicio están permitidos dentro del recinto del monasterio.
El jardín secreto se abrió al público hace poco, tras más de 400 años cerrado.
Podrás visitar las cocinas originales, dormitorios, lavabos, la cripta y el jardín cerrado del monasterio.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del Monasterio de Santa Catalina en Valletta.
La experiencia es apta para todos los niveles de condición física; puedes caminar a tu propio ritmo.
Tu visita incluye la entrada al Monasterio Mysterium Fidei y su Jardín Secreto en Valletta, junto con una audioguía sencilla para que explores cada rincón y habitación sin prisas ni grupos.
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