Recorre Gozo en tu propio quad por su naturaleza salvaje con un guía local, parando en lugares como las rocas costeras de Dwejra y las antiguas salinas. Nada en Ramla Bay o el valle de Ghasri, prueba comida tradicional en el almuerzo y termina el día navegando en barco privado por las cuevas azules de Comino de regreso a Malta. Una experiencia que te queda para siempre.
“Tranquilo, después de la primera curva ya le cogerás el truco,” sonrió nuestro guía Mario mientras me entregaba el casco. No estaba muy seguro — mi única experiencia en quad había sido un paseo accidentado en Grecia hace años — pero el ronroneo del motor me calmó un poco. Partimos desde el punto de encuentro en Malta justo cuando el sol empezaba a calentar, cruzando en barco hacia Gozo. El aire estaba lleno de ese olor salado y fresco. Mario lideraba nuestro pequeño grupo por caminos rurales estrechos, pasando por casas de piedra y campos que parecían un patchwork desde arriba. Yo me quedaba atrás para hacer fotos (perdón a quien me seguía).
La primera parada fue Dwejra — el mar se escuchaba antes de verse, rompiendo con fuerza contra esas rocas salvajes. Había un silencio extraño entre las olas, roto solo por alguna risa que rebotaba en los acantilados. Mario nos contó sobre Fungus Rock y cómo la gente arriesgaba la vida por una planta que crece allí — la verdad, aún no entiendo por qué alguien se colgaría de ese borde por un hongo, pero bueno, cada quien. Luego visitamos las salinas; vimos a un hombre mayor raspando cristales en cubos mientras su nieto perseguía un cangrejo entre las piedras. El aire olía a metal y sal, no desagradable, solo… diferente.
Almorzamos cerca de Ramla Bay (la “playa roja” como la llaman los locales). Mis zapatos se llenaron de arena al instante, pero no me importó — comimos comida sencilla en un café diminuto donde todos parecían conocer a Mario. Alguien intentó hablar maltés y se llevó un aplauso por el esfuerzo (yo me rajé). Después nos refrescamos nadando en el valle de Ghasri — agua fría que me hizo cosquillas en la piel por un buen rato. Los acantilados allí están tan juntos que casi te abrazan de piedra.
Lo último fue, sin duda, mi parte favorita: de vuelta en un barco privado rumbo a Malta, pasamos rozando las cuevas azules de Comino con el agua salpicándonos la cara. Parecía que el día había durado mucho más de lo que en realidad fue — tal vez porque cada parada tenía su propio ritmo y su historia. A veces, cuando estoy atrapado en el tráfico en casa, aún recuerdo esa brisa salada.
Sí, se incluye recogida y regreso al hotel o en un punto cercano acordado.
Sí, los conductores deben tener al menos 21 años y presentar un carnet de conducir válido junto con otra identificación oficial con foto.
Se ofrece un almuerzo tradicional durante la excursión por Gozo; el menú puede variar según la temporada.
Niños mayores de 6 años pueden ir como pasajeros acompañados por un adulto; no pueden conducir.
Si viajas en verano, lleva traje de baño y toalla para los baños en playas o valles.
Debes venir con alguien que haya reservado como conductor; si no, tu reserva podría no ser aceptada.
Sí, todos los participantes cuentan con seguro de responsabilidad civil durante la excursión.
Sí, incluye los traslados en ferry/barco entre Malta y Gozo, además del regreso en barco privado por la Laguna Azul y las cuevas de Comino (según condiciones meteorológicas).
Tu día incluye recogida y regreso al hotel o punto cercano, uso del quad con casco y redecilla, guía local durante todo el recorrido por el campo y la costa de Gozo, seguro completo para todos, degustaciones de comida en ruta, almuerzo tradicional y vuelta a Malta en barco privado pasando por las cuevas de Comino — ¡no olvides tu licencia si quieres conducir!
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