Caminarás por fuertes centenarios, asomarás la vista dentro de templos llenos de humo de incienso, probarás delicias en la calle Jonker y navegarás por el río Malaca—todo acompañado por alguien local que te mostrará detalles ocultos en el camino. Esta excursión facilita entender por qué dicen que Melaka es donde comenzó la historia de Malasia.
El aire de la mañana se sentía denso por la humedad cuando dejamos atrás Kuala Lumpur—las ventanas se empañaron un poco por el aire acondicionado de nuestra furgoneta. Nuestro conductor, el señor Lim, nos contó sobre sus lugares favoritos para comer laksa en Melaka mientras avanzábamos hacia el sur. Tras unas dos horas, la ciudad se desvaneció entre palmeras y, finalmente, aparecieron los coloridos letreros de Ayer Keroh. Primera parada: Mini Malaysia & ASEAN Cultural Park. Es un lugar peculiar—casas tradicionales a tamaño real de cada estado malasio e incluso algunas de países vecinos. Aún recuerdo el leve aroma a cera de madera dentro de la casa de Terengganu y cómo las tablas del suelo crujían bajo mis zapatillas.
Luego visitamos A Famosa—ahora solo queda una pequeña puerta de piedra, pero casi puedes imaginar los cañones alineados hace siglos. Nuestro guía señaló dónde los soldados portugueses vigilaban; incluso nos mostró una marca de bala en una de las piedras (yo me la habría perdido). Desde allí, caminamos hacia la iglesia de San Pedro—la iglesia católica más antigua de Malasia que aún está en uso. Las campanas sonaron al mediodía, resonando por las calles silenciosas.
Subir la colina de San Pablo requirió un poco de esfuerzo bajo el calor pegajoso, pero la vista valió la pena. Las ruinas están desgastadas y abiertas al cielo; verás viejas lápidas holandesas apiladas a lo largo de los muros. La iglesia de Cristo está justo cuesta abajo—un edificio rojo brillante que destaca entre tanto verde. Cuando pasamos, había niños de la escuela tomando fotos de clase en sus escaleras.
La plaza holandesa estaba animada, llena de triciclos decorados con personajes de dibujos animados y con música pop a todo volumen—honestamente, era imposible no sonreír al verlos. Luego entramos al templo Cheng Hoon Teng; el incienso impregnaba el aire y los locales encendían varitas para atraer la buena suerte. Es el templo chino más antiguo de Malasia, y si levantas la vista verás tallas de dragones enroscándose alrededor de las vigas.
La mezquita Kampung Kling está escondida cerca—su minarete parece más una pagoda que cualquier mezquita que haya visto antes. Nuestro guía explicó que fue construida por comerciantes musulmanes indios en 1748; si prestas atención, notarás detalles de diseño chino e hindú por todas partes.
¿Hora de almorzar? La calle Jonker es el lugar ideal para puestos de comida y tiendas de antigüedades apiñadas una al lado de la otra. Probé las bolas de arroz con pollo (una especialidad local) y compré unos posavasos de batik hechos a mano de un señor mayor que lleva vendiendo allí desde el 92—o eso decía él. La calle se llena rápido, especialmente después del mediodía.
Antes de regresar a Kuala Lumpur, paseamos por el paseo del río Malaca—barcos navegando junto a casas pintadas mientras músicos callejeros tocaban la guitarra bajo árboles sombreados. Si tienes suerte, sentirás una brisa fresca del agua justo antes del atardecer.
¡Sí! Los niños pueden unirse fácilmente—hay espacio para cochecitos en el vehículo y la mayoría de las paradas son aptas para familias.
Normalmente se tarda unas dos horas en cada trayecto, dependiendo del tráfico.
No incluye comidas, pero tendrás tiempo para probar la comida local en la calle Jonker o en cafés cercanos.
Tu conductor habla bien inglés y comparte muchas historias locales durante el viaje.
Esta excursión incluye recogida y regreso al hotel en Kuala Lumpur, transporte privado en vehículo con aire acondicionado, además de un conductor de habla inglesa que conoce bien Melaka. Solo trae tu curiosidad—¡y quizás un paraguas si anuncian lluvia!
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