Viaja de Letonia a Lituania en un día: explora las torres del Castillo de Bauska, pasea sin multitudes por los jardines del Palacio de Rundale y siente la magia de la Colina de las Cruces. Transporte y entradas incluidos para que disfrutes cada momento con calma.
El día comenzó cuando nos subimos a una furgoneta justo a las afueras de Riga — yo aún terminaba mi café cuando llegamos al Castillo de Bauska. Tiene un aire muy “Juego de Tronos” (nuestro guía lo mencionó primero), pero lo que más me quedó grabado fue la niebla matutina que se aferraba a esos viejos ladrillos rojos. Subimos a la torre nueva — llegué un poco sin aliento, para ser sincero — y recuerdo tocar la piedra, todavía fría por la noche. Apenas había unos pocos visitantes, así que por un momento sentí que el castillo era solo para nosotros.
Luego seguimos por campos planos hasta que de repente apareció el Palacio de Rundale. El guía lo llamó “el pequeño Versalles de Letonia” — y no le falta razón. El palacio brilla con sus detalles dorados y paredes en tonos pastel, pero lo que más disfruté fue perderme por sus jardines. Se olía a rosas aunque ya casi era hora de comer. Algunos aprovecharon para almorzar en la cafetería; yo me senté en un banco un rato, viendo a una pareja mayor discutir suavemente sobre por dónde seguir. Me hizo sonreír porque me recordó a mis abuelos.
Pasar a Lituania fue menos dramático de lo que imaginaba — solo un cartel y de repente estás en otro país. Paramos para fotos en la frontera (alguien intentó saltar entre ambos lados para la foto; no salió del todo bien). Luego llegó la Colina de las Cruces. Es difícil de explicar hasta que la ves: miles y miles de cruces apiladas, madera y metal que suenan con el viento. Nuestro conductor nos contó que la gente lleva sus propias cruces o compra alguna a los vendedores locales. Me quedé allí un buen rato intentando absorberlo todo — ese lugar tiene una mezcla de peso y esperanza que no se olvida.
No esperaba emocionarme tanto con un montón de cruces en una colina, ¿sabes? Pero aún recuerdo lo callados que nos pusimos al caminar entre ellas. Si estás pensando en hacer esta excursión desde Riga o Vilna, no la apures — déjate llevar y quédate el tiempo que necesites.
La duración total es de unas 8 horas, incluyendo los traslados entre lugares.
Sí, tu entrada cubre la torre del Castillo de Bauska y el Palacio de Rundale con sus jardines.
No incluye comida, pero tendrás tiempo libre en el Palacio de Rundale para comprar algo si quieres.
Sí, puedes llevar tu cruz o comprar una a los vendedores locales en el lugar.
Sí, contarás con transporte cómodo y aire acondicionado durante todo el día.
El tour se realiza si hay al menos 3 personas reservadas ese día.
Es un viaje compartido con otros viajeros que se unan al tour.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la experiencia.
Tu día incluye transporte compartido cómodo con conductores profesionales, entradas para la torre del Castillo de Bauska y el Palacio de Rundale con sus jardines, todos los gastos de aparcamiento cubiertos y mucho tiempo libre en cada parada para que explores o comas a tu ritmo antes de regresar por la tarde.
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