Camina Tokio con un guía local oficial que conoce atajos entre templos antiguos y calles llenas de neón. Prueba snacks frescos en el mercado de Asakusa, siente la energía del cruce de Shibuya y descubre rincones tranquilos en parques de la ciudad —todo adaptado a tu ritmo e intereses. No se trata de verlo todo, sino de sentir Tokio de verdad.
Confieso que pensé que cuatro horas no serían suficientes para conocer Tokio. Pero cuando conocimos a nuestra guía (se llamaba Emi) cerca de la estación de Shinjuku, ella sonrió y dijo: “Vamos a ver todo lo que podamos”. Empezamos en el Santuario Meiji. El aire olía a cedro y a incienso, y había un silencio especial bajo los árboles, aunque el bullicio de Harajuku estaba justo afuera. Emi nos enseñó a hacer una reverencia antes de entrar por la puerta torii. Intenté imitarla, aunque seguro me veía torpe; ella se rió y dijo que todos lo hacemos al principio.
Tomamos la línea Yamanote por unas paradas —el transporte público está incluido, lo cual es muy práctico— y llegamos al templo Senso-ji en Asakusa. La calle Nakamise que lleva al templo estaba llena de puestos de snacks. Probé un manju caliente que casi me quemó la lengua (valió la pena). Emi nos contó la historia de la estatua de la diosa del templo, que siempre volvía del río, como un amuleto de buena suerte terco. Había locales encendiendo incienso y turistas por todos lados, pero si te quedabas quieto un momento, se sentía una paz especial.
La última parada fue el cruce de Shibuya. Lo había visto en YouTube, pero estar ahí, viendo cómo cambian las luces y cientos de personas cruzan a tu alrededor, es otra cosa. Emi señaló la estatua de Hachiko; la gente hacía fila para fotos, pero yo prefería ver a todos cruzar corriendo. Terminamos con una parada rápida en una cafetería pequeña cerca (no estaba en el tour oficial, solo Emi siendo amable cuando mis pies empezaron a quejarse). Cuatro horas pasaron volando —no hay forma de ver todo Tokio en una sola vez, pero este tour privado me dio un verdadero sabor. A veces todavía recuerdo ese silencio bajo los árboles del Meiji.
El tour dura aproximadamente cuatro horas.
Sí, puedes personalizar tu ruta eligiendo 2-3 sitios de una lista que te proporcionamos.
El tour es principalmente a pie, pero se usa transporte público cuando es necesario dentro del centro de Tokio.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas y se permiten animales de servicio.
No incluye entradas ni comidas; puedes comprar snacks durante el recorrido.
Te encontrarás con tu guía oficial a pie en una zona designada del centro de Tokio.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante el tour.
Tu día incluye encontrarte con un guía oficial de habla inglesa en el centro de Tokio para un tour a pie de cuatro horas totalmente personalizable, usando transporte público cuando sea necesario; elegirás 2–3 lugares imprescindibles de una amplia lista que va desde templos hasta parques o zonas comerciales —todo a tu ritmo y terminando donde prefieras.
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