Escoge tu kimono o ryuso favorito en Okinawa, déjate vestir por locales amables con peinado y pintalabios incluidos, y pasea por Kokusai Street o el Castillo Shuri para fotos y momentos auténticos con la gente del lugar. Es fácil unirse, incluso si llegas sin nada, y seguro que te sentirás como en casa entre tanto color.
Lo primero que noté fue el suave susurro de las telas mientras nos movíamos entre los más de 500 kimonos que tenían; aunque parecía que había aún más. Hana-san, que lleva el local junto a su madre, sacaba colores que nunca había visto. Dudé entre un yukata azul intenso y un ryuso con un estampado tan atrevido que casi me parecía demasiado para mí. “Este te queda perfecto”, me dijo, dándome una palmada en el hombro. Me dejé llevar. El aire olía a laca y a algo dulce, tal vez el pintalabios que me pusieron después de recogerme el pelo (que tardó más de lo que esperaba, pero me hizo sentir más ligera).
Hubo un momento en que me vi reflejada en el espejo del estudio: capas bien ajustadas, el pelo adornado con pequeñas flores, y casi no me reconocí. Mi amiga Li intentó decir “arigatou” al personal y todos se rieron; parece que su acento es peor que el mío. Primero hicimos algunas fotos dentro (tienen pequeños accesorios como paraguas y abanicos), luego salimos a Kokusai Street. La ciudad se sentía distinta con toda esa seda puesta: la gente nos sonreía, algunos turistas nos pedían fotos (un poco incómodo, pero divertido). El sol brillaba sin ser agobiante, y si prestabas atención, se notaba la brisa salada del mar.
Pensé que tres horas serían demasiado para pasear por Okinawa con kimono, pero el tiempo voló mientras caminábamos entre tiendas y casas antiguas cerca del Castillo Shuri. Una niña nos saludó desde la ventana de una panadería, y su madre nos lanzó una mirada cómplice, como si ella también lo hubiera vivido. Al final, mis pies estaban cansados con las sandalias de madera (no estoy acostumbrada), pero la verdad es que aún recuerdo la calma que sentí al andar despacio entre tanto color. Devolvimos todo en la tienda y nos cambiamos; fue raro dejarlo tan rápido.
Sí, puedes elegir entre más de 500 kimonos, yukatas y ryuso disponibles en la tienda.
Sí, los planes para mujeres incluyen peinado y accesorios junto con la vestimenta.
Puedes pasear hasta 3 horas; la devolución al día siguiente es posible con un coste extra.
Sí, se aceptan bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y carriolas.
Puedes hacer fotos dentro del estudio y fuera, en lugares como Kokusai Street o el Castillo Shuri.
No hace falta traer nada; todas las prendas y accesorios están incluidos.
Tu experiencia incluye elegir entre cientos de trajes tradicionales de Okinawa—kimono, yukata o ryuso—con un servicio completo de vestimenta por personal experto. Las mujeres reciben peinado completo con accesorios y aplicación de pintalabios. También te darán calzado y una bolsa de alquiler para que camines cómodo por la ciudad antes de devolver todo en la tienda.
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