Recorre el barrio Osu de Nagoya probando delicias locales como Miso Kushi Katsu, Gohei Mochi y karaage, mientras aprendes sobre santuarios y templos con tu guía. Intenta tu suerte con un omikuji y descubre por qué este barrio sigue encantando después de tantos años.
Nos encontramos con nuestro guía justo frente a Osu Kannon, donde el bullicio de los compradores se mezclaba con el sonido de la campana del templo cercano. Lo primero que noté fue cómo todos parecían moverse con un propósito claro: locales que se abrían paso entre callejones estrechos llenos de coloridas banderas y pequeñas tiendas. Nuestro guía comenzó señalando la diferencia entre el santuario sintoísta a un lado y el templo budista al otro, algo en lo que nunca me había fijado realmente.
Al empezar el recorrido, no tardamos en dejarnos llevar por el aroma del miso a la parrilla que nos llevó a nuestra primera parada: Miso Kushi Katsu. La salsa era espesa y con un sabor profundo, cubriendo brochetas crujientes de cerdo que aún salían humeantes. Comimos de pie, como todos los que nos rodeaban. Luego probamos el Gohei Mochi, unos pasteles de arroz pegajoso en palitos, untados con dos tipos de miso y asados hasta que tenían esos bordes ligeramente quemados. Nuestro guía nos contó que cada tienda tiene su mezcla secreta de salsa, lo que hacía que cada bocado fuera único.
Entre bocados de karaage —pollo frito caliente y jugoso— y una parada rápida para probar tenmusu (pequeñas bolas de arroz rellenas de camarón), me di cuenta de que Osu es mucho más que solo compras. Nos metimos por un callejón donde un anciano vendía bollos al vapor desde una cesta de bambú; sus manos se movían rápido, pero siempre tenía una sonrisa para todos. Antes de terminar, nuestro guía nos entregó omikuji, las tradicionales predicciones de la suerte, en un pequeño santuario escondido detrás de una fila de máquinas expendedoras, un momento de calma tras tanta comida y ruido.
El recorrido cubre varias cuadras del distrito comercial de Osu a un ritmo tranquilo, con muchas paradas para comer y conocer lugares culturales. La mayoría lo encuentra cómodo incluso si no están acostumbrados a caminar mucho.
El tour se centra en comida callejera tradicional que suele incluir carne o mariscos. Si tienes restricciones alimentarias, lo mejor es contactar antes de reservar para ver qué opciones pueden ofrecer.
Sí, las familias son bienvenidas. Se pueden usar cochecitos para bebés y niños pequeños, y se permiten animales de servicio. El ambiente es animado pero amigable para todas las edades.
El tour se realiza con lluvia o sol, ya que la mayoría de las paradas están cerca o tienen zonas cubiertas. Solo lleva paraguas o impermeable si el clima se ve lluvioso.
Tu experiencia incluye cinco degustaciones de comida callejera —especialidades como miso kushi katsu, gohei mochi, pollo karaage, tenmusu y bollos al vapor— además de la lectura de fortuna omikuji en un santuario local. Un guía amable te acompaña por las calles llenas de vida de Osu, compartiendo historias para que disfrutes cada bocado sin preocuparte por perderte o dejar pasar rincones secretos.
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